Ya sólo el vuelo en avioneta desde Ciudad Bolívar hacia la Paragua fue una delicia. Yo nunca había montado en una avioneta. Íbamos 4 personas más y el piloto. Y a mi me tocó ir de copiloto. ¡Qué emoción! Miedo me daba pisar alguno de aquellos pedales que tenía a mis pies mientras el piloto nos contaba sus experiencias y accidentes aéreos en el pasado (sí sí, muy apropiado).

El menda de copiloto en la avioneta de camino a Canaima.

El vuelo dura apenas unos 45 minutos, y si el día es claro y el avión no se mueve demasiado, puedes disfrutar de unas vistas espectaculares. Se sobrevuela ríos enormes y una vegetación increíble.

Sobrevolando la selva.

Los impresionantes ríos no tienen nada que ver con los de España…

La llegada al aeropuerto viene anunciada por la visión de la laguna de Canaima con su impresionante cascada.

Llegada a Canaima, la cascada y la laguna al fondo.

Después del aterrizaje (sin incidentes) nos hacen pasar a la oficina de inparques (una mesa con una silla) al final de un pasillo lleno de paradas de productos artesanales, para pagar la entrada al parque (35 BSF) y que no está incluído en el circuito contratado. Luego nos dirigimos al campamento base, donde nos aposentamos en las habitaciones (sencillas pero correctas) y nos cuentan que un grupo de 6 alemanes han perdido su vuelo y se han retrasado más de lo debido. Así que seguramente tendríamos que cambiar el planning inicial.

En el aeropuerto de la Paragua.

Aproveché para ir haciendo amistad con los demás del grupo que habían venido en la avioneta. Johny y su chica (de quien no recuerdo su nombre) iban luego a hacer un treking por Gran Sabana. Les esperaba una buena cantidad de kilómetros a pie.

Laguna de Canaima, crecida por ser la época de lluvias.

Finalmente llegaron los alemanes. Lo suyo le costó al guía hacerles comprender que con su retraso, lo mejor era cambiar el planning y aprovechar lo que quedaba de día para llegar al campamento base de Salto Angel.

Inicialmente, el plan era ir a Salto Sapo y visitar la laguna, pero como ya era tarde, Freddy, nuestro guía, nos propuso cambiar el orden del circuito y hacer la excursión de 2 días a Salto Angel y el último día visitar la laguna y el Salto Sapo tranquilamante.

Así, que al final, hicimos el equipaje con lo imprescindible (allí te dan las bolsas de plástico necesario para que no se te moje nada) y nos dirigimos hacia Salto Angel. En tu bolsa de mano sólo tu cámara en una bolsa de plástico y el chubasquero preparado porque las nueves amenazaban de descargar con fuerza.

Para la excursión, te piden que lleves saldalias para agua, pantalones cortos para el trayecto, unos largos para la excursión por el bosque, calzado para caminar, una muda y poca cosa más. El resto de tu equipaje lo dejas en el campamento, y las cosas de valor, guardados en una caja fuerte en una bolsa sellada y firmada para garantizar que no ha sido abierta.

¡Lo que nos esperaba en las próximas horas, no era poco!

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