Desde Ciudad Bolívar, se puede coger uno de los muchos vuelos diarios que te llevan hasta La Paragua, en el Parque Nacional Canaima, en Venezuela. El vuelo es parte de tour de tres o cuatro días que se pueden contratar para ir al Salto Angel.
Tuve la suerte de poder sentarme como copiloto en la avioneta y disfrutar de todo bien de cerca.
Nunca había subido en una avión tan pequeño y me sentía un tanto tenso al tener los mandos en frente de mí. Tampoco ayudó a relajarme la advertencia del piloto a modo de No se te ocurra tocar nada. Me quedé inmóvil durante todo el vuelo y sin poder mover los pies para no interferir en los pedales. A punto estuve de pedirle que me dejara coger los mandos un momento. Lo peor es que creo que me los hubiera dejado coger.
El piloto (muy majo él) nos propinó con la historia de cuando se estrelló, eso sí, cuando ya volábamos a 1200 metros de altura. Según él, eso le recordaba lo fácil que es perderlo todo en un momento y lo agradecido que estaba por la segunda oportunidad que había tenido. Creo que todos coincidimos en tener unas ganas tremendas de aterrizar. Por suerte, ya una vez allí arriba, las vistas te hacen olvidar el miedo y disfrutas del espectáculo. La lástima fue que ese día, las nubes lo cubrieron casi todo hasta llegar a La Paragua, junto a la Laguna de Canaima y destino final del vuelo.
El aterrizaje me recordó esos intentos tantas veces fallidos, hechos en los simuladores de vuelo en el ordenador en los que he acabado estampando la avioneta mientras las alarmas suenan descontroladamente. Debía ser normal, pero allí sonaba todo y aquello no era una partida de simulador…
El trayecto de vuelta, ya en un bimotor un poco más grande, pude apreciar mejor el paisaje y las turbulencias. Al poco de despegar desde La Paragua, sobrevuelas la Laguna de Canaima que ves bien pequeña aun cuando apenas hacía unas horas me había impresionado por la fuerza de sus saltos de agua.
Al poco rato de despegar, te desvías hacia el embalse o Lago de Guri, una inmensa masa de agua en mitad de la selva, que forma el segundo lago más grande de toda Venezuela, después del de Maracaibo. Su central hidroeléctrica genera más de 12.000 GWh (gigawatios / hora) y es la segunda más grande del mundo, por detrás de China. Según me contaron días más tarde en Caracas, lo peor del caso es que la mayor parte de esa electricidad se vende a países extranjeros, mientras Venezuela sufre cortes eléctricos con frecuencia.
La selva y la acción del hombre sorprende en algunas zonas, donde la selva ha desaparecido como si la hubieran cortado con un cuchillo.
Lo único que hubiera preferido evitarme durante el vuelo son las turbulencias y aquella hélice enorme, pasando a tantísima velocidad y tan cerca de mí… En el vídeo puedes ver un poco más cómo fueron los vuelos y las vistas. Me ha quedado un tanto épico, pero te haces a la idea.
8 comentarios
Alucinante! gracias por grabarlo en vídeo y compartirlo!
Que recuerdos! Me hubiera quedado muchos mas dias en Canaima! por cierto, todavia tengo tu guia, chamo!
@quique @egoitz,
Ay Canaima… creo que habrá que organizar alguna cosa para quitarnos todos esas ganas de volver… Aunque no te la acabas en 4 días ni en 19 ni en un mes…
Preciosas vistas y emocionante travesía aérea. Ya hace más de una década que yo hice también ese viaje, en avión militar, desde Ciudad Bolivar hasta Kamarata, en plena sabana para colaborar con una ONG. Sobrecoge sobrevolar el Guri, en toda su inmensidad y con esa gama de tonalidades ferruginosas y esas lenguas de selva que se introducen en el agua y que semejan helechos gigantes. Según me contaron, su construcción fué financiada por China, quién a cambio exige la mayor parte del petróleo que se extrae del subsuelo Venezolano (creo recordar que tal deuda tiene vida hasta el bien entrado el siglo XXI).
Gracias, por este recorrido aéreo…
Gracias Ángeles! me alegro te hayan recordado cuando estuviste allí disfrutando de aquella estupenda tierra… El Guri es enorme y apenas sobrevolamos un pedazo de él. Los tejemanejes políticos con los recursos de Venezuela son complicados de entender, y lo peor es que es la población la que paga el pato con restricciones.
Vuelve cuando quieras!
Fantástico tu relato!!! Yo también estuve a allí hace unos años y, no se si el piloto era el mismo que en tu caso, pero también me contó las historias de varias personas que se estrellaron sobrevolando la zona por la que estábamos… vaya que era el mejor momento para contarlas!!! De todas formas las vistas son impresionantes!!!! Me encantó ese vuelo en avión aunque las condiciones eran un poco precarias y peligrosas!!
Gracias por recordarmelo!!!
Hola Marta, gracias por tu comentario! Estupendo te haya revivido tu experiencia, de eso se trata, de hacer recordar a los que ya hemos estado y hacer soñar a los que todavía no lo han hecho.
un saludo y hasta pronto!
Qué lástima que aún no han podido viajar a la Patagonia.
Hay varios lugares que sería bueno que conocieran: Torres del Paine, El Chaltén, perito Moreno, Tierra del Fuego, Ushuaia, Carretera Austral , etc
Ojalá tenga la posibilidad de escribir de nuestra hermosa Patagonia!