El GinShow Barcelona es un evento ya clásico en mi agenda. Es como empezar el verano con buen pie y hace ya unos años que asisto a él. Siempre hay algo nuevo que descubrir en el mundo del Gin Tonic. Combinado del que por cierto soy fan incondicional. Bueno y del mojito también. Pero centrémonos en lo que había allí en esta edición.
Como cada año, el evento se ha celebrado en la terraza inferior del Hotel W Barcelona. Con la mirada puesta en las nubes y sin un plan B donde refugiarse en caso de lluvia, finalmente todo salió bien. Ausencia de sol pero con una temperatura estupenda para disfrutar de la cata de las mejores ginebras del mercado.
Tengo que reconocer, que en la edición de la semana pasada, se notaba la cosa un poco floja. Algunas de las ginebras premium más conocidas faltaron a la cita. Mi querida gVine fue una de ellas. Por otra parte, se notaba que los distribuidores habían recortado en tónicas. En ocasiones anteriores, las tónicas eran también grandes protagonistas del evento. Las especias, los aromas y las combinaciones de los diferentes botánicos con las más refinadas tónicas eran parte de la cata. Este año, supongo que por presupuesto, poca variedad de oferta. La mayoría, con la clásica Shweppes. Que no es para nada una de mis preferidas por encontrarla excesivamente amarga.
Aparte de la falta de algunas ginebras y tónicas, la gente estaba allí para divertirse, para darle ese toque glamuroso e incluso estrambótico que tanto anima este tipo de fiestas. Las más atrevidas no dudaron en posar para mi cámara. Otras, dadas al posado más discreto me dedicaron su mirada más enigmática. Es parte del evento. Descubrir nuevas ginebras a la vez que relacionarse y darse al nada fácil juego del postureo.
En esta ocasión, he coincidido allí con algunos amigos del postureo-canapeo blogger de Barcelona y alrededores: Anibal Trejo (anibaltrejo.com), Rafa Pérez (kamaleon.travel) y Gildo Kaldorana (jakartaymas.com). Amantes de una buena ginebra o más bien de una buena excusa para encontrarse, echar unas risas y ponernos al día.
Mi elección
De entre todas las que pude probar -es imposible probarlas todas- me quedo con una nueva que no había caído antes en mis manos. Caorunn, de la distribuidora Elivisa.
Se trata de una ginebra escocesa hecha con agua del río Spey y según me contaron, 5 botánicos Celtas adicionales a los ya clásicos. Algunos de ellos son las bayas de Rowan, diente de león y manzanas de la variedad Blush.
Dicen que lo que hace especial a esta ginebra es la forma en la que se elabora. En lotes pequeños, de apenas 1000 litros y mediante una Copper Berry Chamber. Un aparetejo de cobre donde destilar de forma lentamente el alcohol y dejar que muy poco a poco -12 litros por minuto- pase por las cuatro bandejas de botánicos. Este proceso que le confiere sus marcados aromas y consigue una combinación muy equilibrada. No se le añade ningún edulcorante ni sabor después de su destilación, para respetar los sabores obtenidos en de los botánicos.
Muy agradable en boca, no es fuerte ni excesivamente afrutada. Para quienes fustan las ginebras más secas y tradicionales.
Para mi gusto, gana relevancia con una tónica menos amarga que la Shweppes clásica. Tengo que probarla con alguna de las tónicas de esas raras que tienen el la bodega de al lado de casa…
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