Los Tongkonan -casas tradicionales de la región de Tana Toraja (Sulawesi, Indonesia)– no pasan desapercibidas. Llaman la atención por ser radicalmente diferentes a las del resto del país. Sus prominentes tejados en forma de quilla de barco invertido -o forma de asiento según quien te lo cuente- destacan entre los arrozales de la región.
La población Toraja provienen de Indochina. Emigrantes que llegaron a esta tierra fértil con sus barcos dispuestos a quedarse. Se cree, que en tiempos remotos, y acabados de llegar a estas tierras, los colonizadores utilizaron sus barcos como techo para cobijarse y que luego derivó en un tejado característico de esta cultura.
La casa Toraja está formada por tres niveles. El inferior para guardar el búfalo o búfalos de la familia. También útil para aislar la vivienda de bichos y la humedad en la temporada de lluvias. En el piso superior hay tres estancias para la familia. Una habitación principal para los padres e hijos. La central donde se hace vida. Ahí está la cocina, que habitualmente no tiene una salida al exterior para el humo. La última estancia de la casa -y la más amplia- es para los abuelos de la familia. El tejado y el espacio que contiene, es territorio de los gatos.
El tejado se ha construido tradicionalmente con bambú. Al ser una cubierta vegetal, es fácil que las más antiguas se puedan ver cubiertas de plantas que se han instalado en él. En la actualidad, por practicidad y economía, la chapa ha sustituido a la capa superior de bambú.
Los símbolos de esta cultura también están presentes en las casas. Tallados o pintados en la parte superior de la fachada, dos gallos -símbolos de la tierra Toraja- y bajo éstos, una cabeza de búfalo tallada en madera como símbolo de liderazgo. Aguantando el tejado frente a la fachada, se encuentra el mástil principal. En ocasiones, este puntal puede albergar los cuernos de los búfalos sacrificados en los funerales que ha celebrado la familia.
La casa está construida sólo de madera y sus paredes exteriores están adornadas con las formas y colores tradicionales. El color rojo simboliza la sangre, el negro la muerte, el blanco el espíritu y el amarillo la vida. No se utiliza ningún otro color.
Si la familia es además propietaria de los arrozales de los alrededores, la casa tendrá otras construcciones similares en frente o a sus lados. Son los almacenes de arroz y definen también el estatus de la familia. Tienen una única estancia -utilizada de almacén- y el tejado es idéntico al de las viviendas, pero en menor tamaño.
En la actualidad, las familias heredan los tongkonan de sus familiares y los mantienen como habitáculos auxiliares, pero viven en casas normales con más comodidades y mucho más prácticas. En Tana Toraja existen tongkonan de más de diez siglos de antigüedad, como los del pueblo de Ke’te kesu, a los que extrañamente, puedes entrar y campar a tu aire. De todas formas, creo que alguien se lió al contar los siglos, porque algunos están realmente nuevos.
1 comentario
[…] La casa de Toraja se compone de tres niveles. En el nivel más bajo se aloja el búfalo o los búfalos de la familia, además de proteger la vivienda de plagas e inundaciones durante la época de lluvias. En la planta superior se encuentran tres habitaciones para la familia, la habitación central que sirve como el área común y donde se encuentra la cocina (usualmente sin ventilación para el humo), y la habitación más grande para los abuelos de la familia. El tejado y su espacio correspondiente es un área donde los gatos tienen dominio. […]