Ya es inevitable. Quedan apenas unos días para salir de viaje hacia la ruta transmongoliana y he llegado a ese punto, en el que soy consciente de que ya no hay vuelta atrás. Ya no queda mucho margen para grandes cambios, dejar pasar los días o demorar algunas de las tareas pendientes.
Es ahora (y me pasa siempre antes de iniciar un viaje largo) cuando me siento bloqueado, un tanto paralizado ante lo desconocido, ante lo que me deparará este nuevo viaje y la montaña de cosas que tengo apuntadas en mi lista de tareas, aunque gracias a ella, siento que lo tengo todo bajo control. Evito hacer mi lista de tareas a última hora, y la creo meses antes con todas aquellas cosas que se me van ocurriendo y quisiera hacer antes de salir.
Es una tarea sencilla, y muy útil que te puede evitar tener algunas sorpresas por las prisas de última hora. Símplemente, cada vez que me acuerdo de algo, lo apunto en ella. Esta lista y su realización es parte también de tu viaje, no la sufras ni la leas como tengo que, tengo que… sino como quiero hacer tal, quiero hacer cual… y llegues a lo que llegues a hacer, pues bien está.
Aquí te pongo algunas de las tareas que más o menos siempre realizo y que me ayudan a prepararlo… casi todo:
Logística
- Billetes de transporte principales: no suelo comprar más que el billete de ida y el de vuelta, pero si veo que peligra el precio de uno de los trayectos internos, me arriesgo a cogerlo a tiempo.
- Encontrar contactos de Couchsurfing en las principales ciudades.
- Tener los contactos de posibles tours o excursiones por confirmar. Tener localizados posibles proveedores de servicios y sus datos de contacto.
- Comida envasada para imprevistos: en el tren (en Rusia) hay termos con agua caliente. Muy útil para hacerse infusiones y comidas preparadas rápidas.
- Bolso de mano: ver qué necesito y qué bolsa me va a ser más útil.
- Mochila o maleta: según el tipo de viaje, si voy a facturar, cantidad de ropa… Llevo una racha muy tonta y en los 3 últimos viajes he comprado 3 mochilas diferentes… ¡esto se tiene que acabar!
- Divisas: disponer de dólares (para las emergencias o países como Mongolia), euros y algo de moneda local del primer país donde aterrizo. Lo justo para no tener que pensar en cambiar nada más poner el pie en tierra.
- Travel cheques: descartados. Los probé en el sudeste asiático y tienen un problema, se mojan.
- Tarjetas de crédito / débito: fijar los límites, números secretos y comisiones de cada una de ellas en los cajeros. Recopilar información y teléfonos en caso de pérdida o robo.
- Visados: tener en cuenta las fechas de viaje y lo que tardan en dártelo. Me ha ido justo y apenas me han sobrado 5 días. Pedir un visado de urgencia encarece y mucho tu viaje.
- Documentación: Escanearla y tenerla en el mail. Muy útil para las emergencias. Fotocopia del pasaporte para no desprenderte nunca de él.
- Papel y rotulador: esta vez no pasa que me ponga un cartel pegado en la frente que ponga Wake me up at 6:00 am (despiérteme a las 6:00h ) para dormir en el aeropuerto mientras espero el vuelo de conexión. Si lo hay, tener claro dónde se puede dormir sin salir del aeropuerto.
- Cuaderno de notas y boli (preferiblemente que no deje de escribir a los tres días)
- Días de vacaciones: si es tu caso, no te emociones tanto con tu viaje que se te olvide pedir los días de vacaciones en el trabajo… A mí me ha pasado, lo confieso.
- Plan B: espero no necesitarlo nunca, pero en caso de imprevisto o emergencia, disponer de los fondos necesarios para volver, cambiar los planes o lo que sea… En este caso, si hay algún imprevisto mi plan B, es quedarme quieto allí donde esté y luego volar a San Petersbugo para volver a casa. No es un gran plan, pero llevarlo pensado y presupuestado, te ayuda a ser flexible ante las emergencias.
Equipaje
- Hacer la lista del equipaje: al igual que esta lista, la voy haciendo durante semanas y apunto lo que me acuerdo en cada momento. Cada viaje es diferente, pero la base siempre te puede servir.
- Hacer ensayo de equipaje: simular que hago el equipaje días antes para asegurarme que me llevo lo que necesito y no más. Esto me ayuda a definir la mochila o maleta que necesito.
- Calzado: ver qué tipo de calzado voy a necesitar y si lo tengo en condiciones.
- Comprar ropa de batalla: camisetas básicas y pantalones cortos muy frescos de algodón. Los acabo triturando pero son lo más útil que llevo.
Fotografía, telefonía y material informático
- Preparar el disco duro auxiliar: Si llevo el portátil, siempre es mejor llevar copia del material fotográfico.
- Preparar tarjetas de memoria para las cámaras.
- Poner a punto cámaras de fotos y equipo. Baterías, cables y cargadores… ¿Tengo lo necesario?
- Hacer limpieza en el ordenador y proteger la información: en caso de pérdida o robo evita daños mayores.
- Telefonía: poner a punto teléfono de viajes. Buscar qué compañías y qué productos voy a disponer en cada país. ¿Cargar alguna guía o documentación?
Salud
- Vacunas: consulta con tiempo cuales necesitas. Algunas necesitan varias dosis y puedes no estar a tiempo. También me ha ido por los pelos con la de la rabia.
- Botiquín: según la zona, definir qué puedo necesitar.
- Seguro de viaje: ver qué seguro médico tengo y si lo voy a usar o necesito contratar uno adicional. ¿necesito alguna cobertura especial en el lugar al que voy? En esta ocasión, con la mútua, será suficiente.
Diversos
- Documentar el viaje: blogs, artículos o películas a ver antes o durante el viaje relacionado con el recorrido. Es una forma de empezar el viaje antes de salir de casa.
- Localizar guías: ver cual me ayuda a inspirar la ruta, qué ver qué hacer, cómo moverme. No te olvides de las bibliotecas públicas, tienen muchas de las guías más conocidas.
- Vocabulario básico: apunto palabras que creo me van a ser útiles durante el viaje, como Pivo, cerveza en ruso…
- Blog: dejar algunos posts programados. De viaje, no hay mucho tiempo para escribir ni conexión siempre disponible.
- Asuntos legales: dejar los temas legales en orden es algo que no siempre hacemos…
- Biblioteca: devolver a la biblioteca pública los libros que tengo en préstamo.
- Dejar vacía la nevera. Parece sencillo, pero prescindir de comida fresca los días previos o cuadrarlo con el día de salida no es siempre sencillo.
- La casa: dejarlo todo en orden y limpio, quién sabe si te van a entrar a robar. ¿Qué van a pensar los ladrones de todo ese desorden? Y mejor aún, si puedes, que alguien te riegue las plantas.
¿Haces tú algo más que no tengo en mi lista?
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