Hoy post invitado de la mano de Roser Goula del blog sempreviaggiando sobre su experiencia en Maribor (Eslovenia), durante su viaje por tierras eslovenas. Espero os guste. Tengo que reconocer que eso de las putas intelectuales… Aquí te lo dejo:
Tan sólo hace unos meses, descubrí que existía una iniciativa europea por la que cada año hay una o dos ciudades del continente encargadas de fomentar la cultura. La idea nació en 1985 y desde entonces nada más y nada menos que 47 ciudades han sido “capitales de la cultura”. Este año, tienen el honor de serlo: Maribor, en Eslovenia, y Guimaraes, en Portugal. En un año en el que Europa no pasa por su mejor momento y parece que todo se va a pique, decidí ir de viaje a Maribor para conocer un poco más a fondo qué se cuece en una de las dos capitales europeas de la cultura.
Maribor es una ciudad pequeña, agradable y tranquila. Una de esas ciudades en las que te cruzas con gente conocida por la calle, y en la que para quedar con tus amigos sólo hace falta que te acerques al bar de la plaza mayor. El casco antiguo está formado por callejuelas peatonales, con casas de colores y animadas terrazas donde la gente bebe vino y cerveza. Ambas bebidas son tremendamente populares en la región y hay división de opiniones. En cualquier caso, nuestra visita en Maribor iba viento en popa descubriendo su castillo, su Casa de la Viña (tienen la viña más antigua del mundo) y sus monumentos que recuerdan al pasado austro-húngaro de la región.
Hasta aquí, nuestra visita era lo que podríamos decir “normal”; un recorrido habitual como lo hemos hecho en otras muchas ciudades europeas. De repente, nuestra mirada hacia Maribor empezó a cambiar y a fijarse en esos pequeños detalles que, pese a formar parte de la ciudad, eran algo peculiares: tiras de cómic gigantes que ilustraban fachadas abandonadas, tele-cabinas expuestos en la calle, carteles de exposiciones por todos lados, puntos de información turística con la agenda cultural de los próximos días, edificios convertidos en galerías de arte, escenarios en plazas escondidas… Todas ellas eran iniciativas artísticas hechas con motivo de la Capital de la Cultura. ¡Pasear por Maribor era como andar por una exposición contemporánea al aire libre!
Para estos 12 meses, en Maribor y sus cinco localidades colaboradoras, se han programado más de mil eventos entre conciertos, espectáculos, obras de teatro, talleres infantiles, charlas, etc. Cuando llegamos, en julio, seis meses después de iniciarse el año cultural, ya se habían hecho un total de más de dos mil eventos con motivo de la Capital de la Cultura. Los propios habitantes de Eslovenia se habían unido al festival aportando su granito de arena para que este año Maribor fuera más cultural e internacional que nunca. En ese instante entendí que no sólo se trataba de una iniciativa europea para ayudar a Maribor a transformar su ciudad post-industrial en una ciudad más del futuro, sino que era también una excelente excusa para que sus ciudadanos mostraran lo orgullosos que estaban de su ciudad. Me enterneció ver como en un colegio habían pedido a los niños que hicieran casas de arcilla para crear entre todos una “ciudad de la cultura” y decorar los árboles del nuevo paseo de Maribor.
Otra de las iniciativas ciudadanas que nos sorprendieron más fue la de las “Intellectural Whores” (“Putas Intelectuales”). Simulando las cabinas del barrio rojo de Amsterdam, en una de las calles principales de Maribor, han instalado tele-cabinas de la estación de esquí en los que cada viernes y sábado por la noche se puede pagar una sesión intelectual por 15 euros. La performance urbana está basada en una historia de Woody Allen (“The Whore of Mensa”), en la que el personaje explica como tiene el deseo de tener una relación intelectual con una mujer y que pagaría por ello. Nos quedamos sin poder asistir a una de las sesiones pero nos pareció una idea original y llena de humor.
Más allá de las performances hechas por ciudadanos y artistas amateurs, Maribor tiene programados un sinfín de actividades culturales para los próximos meses: circo, festival de jazz, danza japonesa, conciertos, poesía y muchos más, tanto por parte de artistas nacionales como internacionales. Han creado una web y aplicación móvil dedicada a explicar todo lo que ocurre en Maribor con motivo del festival y en la que se pueden ver todos los eventos detallados. Lo encontraréis todo aquí.
Maribor nos cautivó. Por su sencillez y por su manera de combinar arte contemporáneo con monumentos históricos. Al preguntar a la organización qué pasaría una vez acabado el festival, nos aseguraron que harían lo posible para mantener las obras y performances en la calle y esperaban que esta inquietud artística que acababa de nacer en Eslovenia no se frenara.
Iniciativa como la de la Capital de la Cultura deberían de tener más promoción; ya no sólo para ayudar a fomentar la cultura nacional e internacional, sino también como excusa para descubrir otras ciudades europeas que no están en el circuito habitual de city-breaks. Os animo a que descubráis Eslovenia y os acerquéis a Maribor este 2012 para ver alguno de sus eventos programados en directo.
3 comentarios
Realmente me quedé con ganas de entrar en una sesión intelectual en el telecabina. Haré una búsqueda a ver si alguien lo ha probado y ha escrito sobre su experiencia. Un abrazo y gracias por la publicación!
Gracias Roser por el post! Eslovenia está ahí pendiente en la lista de los deseos…
Información Bitacoras.com…
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