Railay Oeste a la izquierda, Railay Este a la derecha.

Ray Leh es una península en la costa de Krabi en Tailandia y uno de los puntos de destino menos saturado de este país. Ray Leh (también conocido como Railay) es un destino muy conocido por los amantes de la escalada en las pareces verticales de las montañas cársticas tan careacterísticas de la zona.

Cómo llegar

Llegando a la costa de Krabi, muchos aprovechan para dormir en la cubierta.

Para llegar, lo mejor (o lo peor, según se mire) es coger un ferry desde las islas Phi Phi (que ya te contaré porqué te las puedes ahorrar). La travesía de unas dos horas, suele ser tranquila y la llegada a Railay, coincidiendo con la marea baja, implica tener que acercarse a la costa en canoa e incluso caminar un poco por la orilla cuando todavía hay algunos centímetros de agua. Así que ve preparado para poderte mojar los pinreles…

Llegando a Railay Este.

También puedes llegar desde otros puntos en avión o minivan  a Krabi  y luego barca de popa larga. No es complicado. Desde Ao nang te llevan a Railay por 100 THB.

Alojamiento

En Ray Leh hay diversos resorts que en temporada baja salen más que aceptables de precio (a partir de 150THB  al día) La mayoría están situados en Railay Este.

En cuanto llegues a la costa, te asaltarán algunas personas ofreciéndote llevar a un buen hotel. Yo me había informado antes de desembarcar con un francés que iba periódicamente allí a hacer escalada. Me recomendó el Diamond Cave, si lo que quería era tener  piscina, aunque tras las historias sobre bichos que se habían encontrado allí unos malagueños, no sé si disfruté mucho del baño en la piscina casi en absoluta oscuridad. La otra opción que me recomendó, la del Ya Ya Resort es quizá la  mejor.

Esta es la parte glamurosa del Diamond Cave, las baratas están al final bien escondidas.

El caso es que me dejé engatusar y me llevaron al Diamond Cave. La habitación que me costaba 200 THB (precio de super oferta) era literalmente un cuarto en estado de siniestro total con un baño poco adecuado y con mugre al gusto. Allí no se había limpiado en meses… No sé si es que  no tenía la cabeza clara o qué pero allí me quedé la primera noche. Lo peor del sitio, es que no existe basurero en el pueblo y la práctica habitual es quemar la vegetación y las basuras allí mismo dentro del recinto del hotel. Ya te puedes imaginar el humo y ambiente que allí había. Creo que fue eso lo que no me dejó pensar con claridad…

Bungalows del Ya Ya Resort a lado y lado del camino que lleva a Railay Oeste.

Aproveché al día siguiente por la mañana para cambiarme al Ya Ya Resort, más barato y mil veces mejor,  sin piscina y con monos correteando por encima de los tejados de los bungalows, algo que no dejaba de embobarme. Fue lo mejor que pude hacer. El trato es muy bueno, y bien situado. Bueno allí todo está bien situado, porque en realidad Railay es muy pequeño.

Habitación del Ya Ya Resort.

La cama con mosquitera y todo bien limpio (dentro de lo que se puede esperar) y lo mejor es que allí no quemaban la basura dentro del hotel. Lo que más me gustó es que se trata de un resort abierto, atravesado por el camino que te lleva a Railay Oeste, y está bien indicado e iluminado con tiendas y lavandería.

También puedes encontrar resorts de gran lujo en la playa de Phra Nang a precios que pueden llegar a los 9000 THB por noche en temporada alta. 3000 en baja.

Playa de Phra Nang.

Phra Nang beach, Ray Leh Oeste y Ray Leh Este

El pueblo está dividido en tres grandes áreas. La playa de Phra Nang Cave Beach es una maravilla de tranquilidad. Sus principales atractivos son la cueva y las paredes de escalada, junto con las vistas de formaciones cársticas cercanas a la costa

Paredes impresionantes para iniciarse en la escalada, en la playa de Phra Nang.

Otro icono de esta playa, es la visión majestuosa y solitaria de la Happy Island, que es ideal para recorrer alrededor en kayak o disfrutarla en un magnífico atardecer.

Formas y cuadros de gran belleza.

Atardeciendo sobre la Happy island.

La playa de Ray Leh oeste (donde se concentran algunas  tiendas, bares y restaurantes es la zona más animada (walking street) aunque nada que ver con el circo de las islas Phi Phi. Es perfecta para darte unos buenos paseos al atardecer o ir para alquilar una canoa para recorrer la Happy island y alrededores. Si te animas puedes apuntarte a aprender a hacer malabarismos o echar una partida de voleibol

Panorámica de Railay Oeste.

Las tardes tranquilas para hacer amigos y jugar en la playa.

Calle central de Railay Oeste.

El atardecer desde Railay Oeste también tiene su qué.

Ray Leh Este es la zona por la que has llegado en ferry y es la zona barata, por así decirlo, pero que es estupenda para estar tranquilo y disfrutar de unos servicios más que correctos. La playa es una castaña, principalmente de manglares y poco apta para el baño o el buceo. Es más un puerto de entrada al pueblo para pescadores y visitantes que una playa. Además, el agua llega justo a ras de la acera del pueblo por lo que no dispones apenas de un pequeño trozo de arena en uno de sus extremos. Railay Este es para ir a comer o cenar, alojarse o disfrutar de algunas de las excursiones que salen desde allí.

Qué hacer en Railay

Báscamente relajarte y disfrutar de un trozo de costa tailandesa espectacular. Las playas son tranquilas y poco saturadas en temporada baja. Las excursiones en kayak son muy interesantes y sencillas, por las características de la zona.

Remando entre las formaciones y las islas.

Si te gusta la escalada, Railay es tu destino. Las paredes verticales están muy bien preparadas para todos los niveles de escalada. Hay cursos específicos para iniciarte en ello y alguna escuela para ayudarte a iniciarte. Visitar las cuevas, hacer excursiones por los alrededores…

Nadar en la laguna interior como si estuvieras en el centro de la tierra es impresionante.

Algo tan imprescindible como peligrosa y emocionante es la excursión a la laguna interior de la montaña de Railay. Sin duda de lo más espectacular que pude descubrir en este pedazo de paraíso en las costas del Mar de Andaman. Es un viaje al mundo perdido y tienes que ir bien preparado, aunque eso te lo cuento en un par de días.

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