Las torres Petronas de la capital malaya, son quizá el atractivo más visible de la ciudad. Es cierto que sólo verlas desde fuera ves su magnitud y entiendes porqué han adquirido tanta relevancia. Hay quien opina que lo mejor de ellas está, precisamente fuera de ellas, y que no vale tanto la pena hacer la cola y subir hasta arriba. Ciertamente, el espectáculo que supone pasear alrededor de las torres, se pierde una vez estás dentro. Pero eso no quita que desde ahí arriba, disfrutes de otro espectáculo no menos interesante.
Kuala Lumpur, y sobretodo el distrito mercantil y financiero, destaca por su arquitectura. Y eso es lo que vas a ver si subes a las torres Petronas.
Ya te conté cómo adquirir las entradas. Si tienes suerte y subes en un día soleado, las vistas son espectaculares. A mí me tocó un día nublado, pero no por ello menos interesante.
La primera parada es el Skybridge, en la planta 41. Es la pasarela intermedia que une las dos torres. No es nada del otro mundo, ya te aviso, porque lo más interesante, a partir de ahí está siempre fuera de la torre. Yo ahí perdí mi grupo, mientras me intentaba comunicarme en inglés con un matrimonio para explicarles que el mejor sitio para ver las torres por la noche, es el Hotel Traders. No me entendieron ni papa, y resultaron ser de Tenerife. Unas risas y listos…
Mi anfitrión de CouchSurfing en la ciudad, me llevó al skybar del Hotel Traders, precisamente porque la vista de las torres desde ahí, es totalmente frontal. No tiene nada que ver, con la vista nocturna de las torres desde la calle (también digno de verse y admirar). Pero desde arriba, es como estar de una forma más íntima con ellas. Mirándolas a la cara. Tomarse alguna cosa y observarlas iluminadas, vale, y mucho la pena. Los precios son moderados altos, pero nada comparado con un Madrid o un Barcelona. Si no te acercas mucho a la barra y eres un poco hábil, puedes esquivar a los camareros deambulantes. La etiqueta obliga. Nada de pantalones cortos y esas cosas de turista trasnochado.
En el observatorio, la parte más alta abierta al público en general, ya te das cuenta de tu situación respecto al resto de la ciudad. No hay nada más arriba (y si la torre Menara de comunicaciones lo supera, es por poco) e incluso los edificios más altos, se quedan pequeños. Estás en la planta 84 de la torre Este.
En definitiva, que a mí me encantó la visita a las torres. Y no por las torres, que por dentro no tienen ningún misterio, si no por lo que ves y sientes allí arriba. En mi vida había subido a un edificio tan alto.
2 comentarios
«Hay quien opina que lo mejor de ellas está, precisamente fuera de ellas».
Es lo que pienso yo sobre el extraordinario templo de La Sagrada Familia en Barcelona…..no sé sí merece la pena pagar los 13 euros del ala para entrar.
Magnificas fotos
Saludos
Hola Gildo, todo suma… La Sagrada familia, es extraordinaria por fuera y también me lo pareció por dentro. En mi caso, pagar los 13 euros, aunque exagerado, me valieron la pena. Su luz interior me pareció espectacular.
un saludo y gracias por tu comentario.