Después de pasar mi primera y excitante noche en Caracas me había dirigido  al extremo noroeste del pais para visitar las playas y cayos de Chichiriviche, en el estado de Falcon. Chichiriviche es la puerta al Parque Nacional de Morrocoy. Un grupo de islas y cayos en los que te sientes en el paraíso. En sí el pueblo no tiene ninguna gracia, si lo que esperas es un sitio turístico y tropical. Vamos, como casi todos los pueblos de Venezuela.

Calle princilal de Chichiriviche.

Calle princilal de Chichiriviche.

Cuando llegas a un sitio nuevo, y más cuando nunca antes había hecho un viaje de ese estilo, la emoción de viajar, conocer y fluir en el trayecto se mezcla con el temor y la incertidumbre de acertar con el destino que solemos esperar. En este caso me bajé del autobús en una calle larguísima (que resultó ser la calle principal del Chichiriviche) cargado con mi enrome mochila (de la que empezaba a intuir que era excesiva) y con un calor de narices. Pero me sentía bien. Estaba solo, en un lugar radicalmente diferente a lo que yo conocía y rodeado de gentes que te miran, obviamente como extranjero (o almenos así me sentía yo). Con decisión y preguntando a un par de personas, me dirigí sudando la gota gorda hacia donde se suponía estaba la Posada Villa Gregoria, donde había apalabrado por mail desde España, una habitación para 3 noches. Era la única posada que llevaba reservada antes de salir de casa.

Colorida fachada de la posada Villa Gregoria

Colorida fachada de la posada Villa Gregoria

La fachada, pintoresca, hay que admitirlo, pero el calor y las ganas de darme una ducha después de un caluroso viaje me hizo llamar de inmediato al timbre de la posada. Ya la miraría con detenimiento más tarde. No sonó ningún timbre. ¡Pues vaya!. Llamé con la mano a la puerta de donde al poco rato apareció  Don Aurelio. Un gracioso y amable viejecito (con aspecto muy desaliñado, todo hay que decirlo), español, de no recuerdo bien donde, que se casó con una venezolana y que ahora vive sólo allí con su hijo, Aurelio junior.

Patio interior de la posada

Patio interior de la posada

No lo sabía, pero había empezado a experimentar la esencia del país y su forma de funcionar: los apagones de luz. Sí, se había ido la luz en el pueblo, y en las tres cuartas partes de todo el país. Caracas estaba a oscuras desde la mañana y la mayoría del país también. Los apagones están al orden del día en Venezuela, un país en el que  sobra el petróleo pero que  no tiene cubiertas las necesidades básicas de su propia población. Obra y gracia de su «libertador» particular, Chavez.

Habitación sencilla, pero hace su función.

Habitación sencilla, pero hace su función.

La habitación de la posada es muy sencilla, pero limpia y funcional.

Así que sin posibilidad de ducharme decidí ponerme a explorar la posada. Es sencilla, tranquila. Bueno tranquila hasta que en el pueblo (como en todo el país) empiezan a  sonar los atronadores coches con la música «marginal» (como lo definió alguien autóctono más adelante) y que dejaba de lado cualquier intento de descanso o tranquilidad. Curiosamente acabas por acostumbrarte. En la posada coincidí, principalmente con europeos y americanos que estaban recorriendo el país como yo. Pero nadie solo. Pequeños grupos o de dos en dos. Allí coincidí con dos chicas de cerca de Barcelona con las que estuvimos compartiendo un buen rato. Me extrañaba que dos chicas solas recorrieran un pasi ciertamente peligroso como Venezuela. El secreto: No pasar por Caracas. Encontrarte con gente que hace lo mismo que tu, te hace sentir acompañado.

Las repetidas idas y venidas de la electricidad estaba marcada por un estallido de músicas atronadoras que salían de los enormes altavoces que las pequeñas tiendas del pueblo sacan a la calle como parte de su mobiliario. Una y otra y otra… Todas con su propia música formaban un escándalo día y noche, al que te acabas por acostumbrar. Es parte del camino.

Por fin, cuando me deshice de la mochila, y me instalé y me duché, pude poner la tele. Comprobé ciertamente, que el programa del presidente Chávez Aló Presidente es un cúmulo de demagogía y mediasverdades, que sin atreverme a juzgarlas por desconocimiento de la realidad del país, creo que llegan a convencer a quien las escucha. Se explica entonces, la cantidad de seguidores que tiene el actual presidente. Me quedé un buen rato escuchando su discurso y preparando mis excursiones de los próximos días.

Cené en un puesto callejero, justo al final de la calle principal, que hacía unas hamburguesas completas enormes por apenas 2 € al cambio. Sencillamente impresionantes.

Al acostarme, satisfecho por cómo iba mi viaje, empecé a sentir que estaba viviendo algo grande y estaba dispuesto a no perderme nada.

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11 comentarios

  1. […] led (por eso de quedarse a oscuras, que en Venezuela me fue muy […]

  2. Ancavi
    28 octubre, 2011 a 20:32 — Responder

    Y qué tal la playa? me han contado que es muy bonita, como pronto irá por esos lares me gustaría saber que te pareció?

    Saludos!

    • 30 octubre, 2011 a 16:23 — Responder

      Hola!

      la verdad es que las playas me parecieron sensacionales. El pueblo de Chichiriviche no tiene mucho que ofrecer, aunque es muy interesante, pero los cayos e islas tienen unas playas espectaculares. Si lo que te gusta es la playa, el agua cristalina y los cocoteros, Morrocoy es lo que buscas. Te gustará sin duda. El turismo que allí encontrarás es un turismo muy familiar, y sólo venezolano, hay muy pocos extranjeros. Al contrario de como sucede en Los Roques (donde sólo hay extranjeros exclusivamente) en Morrocoy, el público es local y hay un ambiente muy interesante. En Villa Gregoria se está muy bien, es un lugar sencillo pero que sirve perfectamente para estar cómodo sin pagar mucho.

      Ya me contarás qué te ha parecido!!

  3. daniel
    23 marzo, 2012 a 18:50 — Responder

    que bueno…yo voy en semana santa 2012. para chichiriviche. pero tengo una duda. tu en caracas comprastes el pasaje directo para alla el pueblo? o tuvistes que llegar primero a la capital del estado?

  4. Santiago
    4 noviembre, 2012 a 16:18 — Responder

    Hola
    Estoy preparando un viaje a Venezuela y voy unos días a chichiriviche.
    ¿Me podrías facilitar el mail de la posada Villa Gregorio?, estoy llamando al teléfono de su web y no contestan y en su página no tienen puesto el correo.
    Un saludo
    Santiago

    • 8 noviembre, 2012 a 17:09 — Responder

      Hola Santiago, siento no poderte ayudar. He revisado mis mails antiguos y no he encontrado la dirección. Si puedes localizar una Lonely Planet de Venezuela quizá encuentres algún dato adicional. Suerte y buen viaje!

  5. Martin
    25 febrero, 2013 a 0:25 — Responder

    La verdad que me gusta como escribis tus experiencias por venezuela, y tu blog tiene una informacion util. Lastima que creo que al mezclar la politica con la falta de conocimiento sobre la realidad del país haces aguas… En vez de nombrar a Chavez como el creador de todo mal, deberías por un lado conocer la historia de Venezuela y por otro lado, empezar a ver la realidad de tu pais….

  6. diana
    9 marzo, 2013 a 19:06 — Responder

    señores esas posada VILLA GREORIA es un fraude!!!!! en la publicidad aparecen unas fotos de un lugar muy bonito cuando la realidad es una casa ABANDONADA. alli esta un señor de la 3era edad que vive y realiza las reservaciones de las pobres victimas que de dejan llevar por las fotos publicadas en internet.

    estan promocionando algo que no existe .

  7. Ramon
    9 marzo, 2013 a 19:09 — Responder

    NIIII SE LES OCURRAAAAA RESERVAR!

    Es una casa vieja y fea. yo de gafo pague y despues que no me quise quedar no me devolvieron la plata. es infrahumano estar alli.

    • Mari
      16 agosto, 2015 a 21:32 — Responder

      Querido Ramón, le informo, este tipo de lugares son un oasis para los «pelabolas» como yo que no tenemos con que costear un hotel y deseamos ir a la playa, yo soy de Mérida y me encanta Chichi, la posada es bastante decente y limpia también, si lo que buscas es lujo, reserva un cinco estrellas y ya está.

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