Una de las entradas al mercado, donde no se puede aparcar, claro.

Una de las entradas al mercado, donde no se puede aparcar, claro.

He estado en el Mercado de San Miguel de Madrid varias veces, pero siempre de pasada y sin detenerme demasiado a ver lo que allí se cocía. Esta última vez, aprovechando mi presencia allí por el evento Nomaders del día anterior, he profundizado un poco más y he comprendido mejor el lo que allí se hace. Aunque no me acaba de cuadrar la teoría con la práctica. Será que tengo que volver.

Aspecto exterior del recinto.

Aspecto exterior del recinto.

El edificio es lo primero que te llama la atención, y también gran parte del éxito del propio mercado. Situado en la Plaza de San Miguel, se construyó para ocultar las antiestéticas casetas desiguales de las paradas del mercado, que inicialmente era descubierto. No fue hasta 1911 que se cubrió por completo, con el proyecto del arquitecto Alfonso Dubé. Ahora es un edificio protegido y declarado monumento, ya que es el único mercado de hierro de sus características.

Interior del mercado.

Interior del mercado.

El concepto

Como turista te llama mucho la atención, los puestos de degustación, de tapas y pinchos para comer de pie o alrededor de las mesas centrales. Pero el Mercado de San Miguel es mucho más que eso. En concepto, y tal y como lo expresan sus promotores en la web del propio mercado:

Es una comunidad de empresarios. Cada uno experto en su campo y entusiasta de su producto. Ser el templo de los productos frescos donde el protagonista no es el cheff, sino el género. Permitir recuperar la «temporalidad» de la oferta de los mercados, restituir el protagonismo a los cambios estacionales. […] Ser un reflejo de la pluralidad gastronómica de España.

Bueno sí. Esa es la teoría y como concepto lo encuentro muy válido. Lo que pasa es que fijándome en la oferta de bastantes puestos (sin entrar en barras y puestos de degustación), casi que sólo me queda lo de entusiasta de su producto. Porque entusiasta hay que ser para vender algunos productos a esos precios…

Frutas importadas y de fuera de temporada.

Frutas importadas y de fuera de temporada.

No sé si cerezas chile es una nueva variedad del Valle del Jerte de cereza picante, o la fruta exótica,  o los pimientos y tomates en pleno mes de enero, pastelitos baklawa (típicos de oriente medio, India y los Balcanes),  la pastelería  austríaca o los vinos portugueses (entre otros) son lo que se entiende como producto de temporada o estacional y nacional. Vamos que lo de recuperar la «temporalidad» de la oferta Ser un reflejo de la pluralidad gastronómica de España, se les ha ido un poco de las manos. Si es que por gastronomía  española no quieren decir que se consuma en territorio español.

Productos frescos de calidad, pero de temporada...

Productos frescos de calidad, pero de temporada...

Además de estas interferencias ente la teoría y la práctica, también puedes encontrar producto fresco nacional. Esta vez no vi las pescaderías de uno de los extremos, y no sé si es que al final se las han pulido o es que no están abiertas todos los días y en domingo las utilizan para vender zumos de frutas exóticas de temporada. De todas formas, el pescado que hay y el marisco es caro,  pero seguro que es más fresco que el que venden en mi pueblo y de una calidad excelente.

¿A quién no le apetecen unas ostras con champán?

¿A quién no le apetecen unas ostras con champán?

El buen jamón no falta tanto para comprar, como para degustar.

El buen jamón no falta tanto para comprar, como para degustar.

La degustación

Lo que también  funciona  muy bien, son las barras y puestos de degustación. Ahí sí que tienes el Mercado de San Miguel en toda su esencia y quizá también su parte más turística y folklórica. Es un lugar de reunión informal donde comer las especialidades que allí mismo se preparan en cada puesto y relacionarse con los amigos.

Una de las barras llenas de gente.

Una de las barras llenas de gente.

Zona central donde comer y charlar.

Zona central donde comer y charlar.

Cada pincho, cada tapa está preparada para que te conquiste por la vista y luego por el gusto.

Degustación a punto para disfrutarse.

Degustación a punto para disfrutarse.

Puedes probar principalmente,  producto gastronómico nacional y no falta la tortilla de patatas, los pimientos de padrón, las croquetas (famosas las del puesto central), el bacalao, pinchos de infinitas variedades… ¡Ahí sí que me pierdo yo! Todo tiene una pinta sensacional y está rico, rico (como dijo aquel del perejil…)

Pasear por los puestos también es una opción para descubrir cosas interesantes.

Pasear por los puestos también es una opción para descubrir cosas interesantes.

No faltan los turrones, guirlaches y repostería tradicional.

No faltan los turrones, guirlaches y repostería tradicional.

Si vas en invierno, el mercado tiene estufas, aunque no vi la necesidad de ello. Las distinguirás, porque están rodeadas de gente con un vaso de vino o zumo en una mano y un pincho en la otra intentando comer y beber sin morderse la bufanda. El mercado está acristalado, y no sé si en los meses  de invierno en Madrid es necesario gastar gas butano de esa forma (ni hablar de sostenibilidad), si total, nadie se quita el abrigo ni la bufanda. Que se tomen un par de vinos en lugar de uno y andando.

Estufas de butano nada sostenibles e inecesarias.

Estufas de butano nada sostenibles e inecesarias.

Los precios

En cuanto a los precios, puedes encontrar de todo. Las ostras, caras, como no puede ser de otra forma, pero darte el gusto con una copita de cava o champán… De todas formas, como centro turístico que es, es más bien caro. Pagar un euro por una magdalena (que no es ni artesana) o 75 céntimos por una galleta de pistacho del tamaño de dos monedas de euro, no es ninguna ganga. Pero eso es lo que tienen los productos turísticos de éxito, que acaban siendo para turistas o para quienes van bastante sueltos de presupuesto.

La selección elegida por una canadiense que allí estaba, encantada con su sangría.

La selección elegida por una canadiense que allí estaba, encantada con su sangría.

Conclusiones

En definitiva, el Mercado de San Miguel es un lugar de visita obligada si vas a Madrid, en el que al menos una vez, tienes que quedarte a comer algo. Déjate llevar por las formas, los colores y las delicatessen  de cada puesto. Es un sitio para darte un homenaje por todo lo alto (o a la altura que te permita tu bolsillo) sin preocuparte mucho por la relación precio/cantidad.

Y si lo prefieres, también te puedes ir a dar una vuelta, a curiosear o simplemente a pasar el rato. ¿Qué te ha parecido a tí el mercado?

Tortolitos, degustando delicatessen...

Tortolitos, degustando delicatessen...

Cómo llegar al mercado y todo lo demás aquí.

 

[OA-Madrid]

 

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10 comentarios

  1. 6 julio, 2012 a 9:18 — Responder

    Yo he estado ahí! y esta muy muy bien. La tapita de jamón y queso, es especial.

  2. […] Mercado de San Miguel, que triunfa (y merecidamente) en las degustaciones, pero que en mi opinión, picha estrepitosamente como mercado aunque nos intenten vender lo contrario. El puesto de zumos de naranja número […]

  3. Citymadridtour
    4 marzo, 2013 a 16:10 — Responder

    Gracias por tu post! Nosotros también somos unos aficionados a este mercado, el cual es una visita imprescindible en nuestra ruta en segway por el Madrid de los Austrias. Si queréis conocer más sobre nosotros visitar nuestra página web http://citymadridtour.com/ y animaros a vivir una experiencia nueva!

  4. 16 mayo, 2013 a 18:04 — Responder

    Me gusta mucho, pero los precio son un poco abusivos, al final sólo me doy una vuelta y acabo comiendo un bocadillo de calamares en la Plaza Mayor.

  5. […] Blog: Viajar comer y amar│ Artículo: Impresiones sobre el mercado de San Miguel de Madrid […]

  6. 29 septiembre, 2014 a 16:56 — Responder

    El mercado de San Miguel es sin duda el mejor mercado de Madrid, se pueden encuentrar muchisimos tipos de comidas tipicas y con muy alta calidad!! Lo unico: es un poco caro!! Un saludo, maria

  7. 5 diciembre, 2014 a 15:56 — Responder

    El Mercado es un deleite para los sentidos, con unos productos exquisitamente elegidos, pero también a precios astronómicos, no aptos para todos los bolsillos.

    http://devisitaenmadrid.blogspot.com.es/

  8. Carlos
    28 noviembre, 2015 a 16:57 — Responder

    Hola que tal…hoy sábado 28 de noviembre..
    Hemos pasado de tapeo todo el mediodía…como novedad y experiencia bien..él tapeo bastante bueno pero carissimo…..!!!servicio deja mucho que desear (desde el punto de vista que llevo 24 años en hostelería) ..es más recomendable y económico cualquier local de lujo..no dan ticket de compra en ningún puesto .. (Supongo a la falta de profesionalidad ,,te plantan a 1 sudaca mediocre para atender)..para colmo vas al baño y 1 señora con falta de presencia y educación ,, te pide ticket de compra para entrar,, y sino abonar 0,50€(de risa,y sino no entras,,te dan ganas de meterle la cabeza en el water para que lo limpie con la lengua)..no es por dinero después de lo que se gasta .. Pero es triste la organización y gestión de ese mercado..En mi opinión es pagar lujo por 1 servicio que está a la altura de la peor «TASCA» de pueblo…en fin … Es mi opinión..SALUDOS…

    • 12 febrero, 2016 a 17:20 — Responder

      CARLOS TU COMENTARIO ES MUY DESACERTADO,YO SOY HIJO DE ESPAÑOLES Y ARGENTINO, NO ENTIENDO ESO DE SUDACA,NO TE OLVIDES QUE MUCHOS EUROPEOS VINIERON AQUI A TRABAJAR Y SE LOS RECIBIO CON MUCHO AGRADO ,CUANDO ACA LES DECIMOS GALLEGO-TANO O RUSO ETC VA IMPLICITO MUCHO AFECTO.PENSALO Y ESPERO QUE REFLEXIONES ES MUY TRISTE TILDAR A LA GENTE POR SU ORIGEN, A LOS OJOS DE DIOS TODOS SOMOS IGUALES.ES MI HUMILDE OPINION.DIOS TE ACOMPAÑE Y TE BEDIGA
      ATTE. CONSTANTINO VALVERDE.ARGENTINA.

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