Sé que lo que voy a defender es políticamente incorrecto. Hablar bien del proyecto Eurovegas es como poco, arriesgado. Pero no por ello voy a dejar de hacerlo, porque es más una cuestión de economía que una violación a los principios turísticos más puristas.

Para empezar,  el nombre de EuroVegas es la peor forma de comercializar y vender la idea. Si lo que querían es fastidiarla desde el principio, los medios y los responsables de comunicación lo han bordado.  El nombre de Las Vegas lleva adosado una buena dosis de etiquetas que poco puede favorecer a ninguna iniciativa. Y es que Las Vegas, con todo lo interesante que tiene por conocer, no deja de ser el circo de la desmesura, el juego,  alcohol y prácticas turísticas de dudoso glamur que es.

Por otra parte, ni en el complejo de Macao ni en el de Singapur se asocian con el nombre de Las Vegas y vamos aquí, y lo primero que hacemos es venderlo con todos sus tópicos. Ha sido un gesto un tanto provinciano

¿Turismo de borrachera?, we are the best

Voces influyentes se exclaman en los medios ante el la amenaza de atraer un turista  ludopata, alcohólico y de vicios desenfrenados.  Buena parte de la Costa de Barcelona y Costa Dorada vive de toneladas de grupos de fin de semana que vienen sólo a emborracharse  y a armar escándalo por cuatro euros ¿Qué nos sorprende a estas alturas?

Darse una vuelta por Las Ramblas de Barcelona y ciertas áreas del barrio del Raval o el Borne (por no citar otros más) no te muestra el turismo de calidad y excelencia que a todos nos gustaría, y ahí los tenemos. Trileros, prostitutas, lateros, camellos, turistas borrachos y achicharrados por el sol  o lamentándose porque les han robado la cartera. Esta es parte del turismo   con el que convivimos ya en Barcelona. ¿Y nos asusta el que pueda traernos un complejo con semejante variedad de oferta y oportunidades económicas? ¡Venga ya!

Turistas en la Saloufest - Salou (Tarragona) Foto: La Vanguardia.

Turistas en la Saloufest - Salou (Tarragona) Foto: La Vanguardia.

Un 4% de casinos

No he estado en Las Vegas, pero sí en el Marina Bay Sands de Singapur. Hay casinos, sí, pero es una mínima parte de lo que supone todo el complejo. En la actualidad cuenta con grandes centros comerciales de alta calidad, centros de convenciones, grandes teatros y espacios polivalentes, restaurantes de los mejores chefs del mundo, galerías y museos.

Singapur ya ha aprovechado el filón que supone para la ciudad y les ha permitido ampliar el complejo para triplicar su superficie (actualmente en construcción). Nuevos centros de ocio familiar, parques temáticos y de atracciones,  centros comerciales… Y sí, un nuevo casino. Y en total serán 3, ¿demasiados?

Zona en construcción del complejo Marina Bay Sands de Singapur.

Zona en construcción del complejo Marina Bay Sands de Singapur.

El concepto que se propone en Barcelona es muy similar.  Entre  2 y 4  casinos por cada 100 edificios. Alrededor de estos, toda la oferta complementaria. No le veo el problema. Ni siquiera el sector de la hostelería de la ciudad ha abierto la boca para quejarse. Saben, y muy bien, que aunque les afecte, el flujo de turistas que atraerá les beneficiará sí o sí.

Visibilidad mundial

Sin duda, un complejo como este pondría Barcelona (aun más) en el mapa. Pero en este caso lo haría de una forma diferente. A lo grande. Con sus pros y sus contras, pero a lo grande. Sin medias tintas. Ya es hora de que nos atrevamos a entrar en el sigo XXI y nos atrevamos a mostrarnos al mundo. Pero eso da miedo, mucho miedo y hay que saber hacerlo. Ajustar la legislación, pactar las condiciones, redefinir algunos reglamentos, poner límites… ¿Sabremos hacerlo? 

Trabajo e impuestos

Según dicen, unos 120.000 puestos de trabajo directos e indirectos se crearán con la implantación del complejo. Aunque fueran 50.000 ¿Cómo nos podemos oponer a algo así?  No seamos más papistas que el Papa, precariedad laboral ya la hay. La fomentamos cada día tú y yo en cada prenda de ropa o gadget electrónico que nos compramos fabricados en paises subdesarrollados, con cada vuelo de muy bajo coste que cogemos o depositando nuestro dinero en bancos que especulan y financian empresas que comercian con armas.  ¡Ah! pero eso no queremos verlo. Dejémonos de tonterías. Los puestos de trabajo que se creen aquí no van a estar al margen de la ley  y no es lo mismo un país con 120.000  personas más trabajando, que un país con 120.000 personas menos trabajando. Lo siento, pero no es lo mismo.

Por otra parte, la cantidad de impuestos (excenciones incluídas) que se van a generar, no es como para  despreciarlo. ¿Tenemos el país en condiciones de desechar semejante cantidad de millones? Verdaderamente parece que seguimos viviendo por encima de nuestras posibilidades y que no aprendemos la lección.

Vaya, vaya, aquí no hay playa

Aunque algunos se resistan a aceptarlo, en Madrid no hay playa. El mar es clave en todos los recientes proyectos del señor Sheldon Adelson (el promotor). Este hombre, lo tiene claro, sabe que el mar es un polo de atracción turístico enorme.  Los cruceros son  también parte de clientes. O quizá ¿es mejor que los grupos de cruceristas desembarquen en Barcelona, les den una vuelta por la ciudad y se los lleven al atardecer rumbo al siguiente puerto como hacen ahora? El mar es en este aspecto,  una gran ventaja para Barcelona ya que el complejo provocará un aumento  en el número de cruceros que visiten la ciudad.

Foto: catalunyapress.cat

Foto: catalunyapress.cat

La Sagrada Familia está acabada

No es así exactamente, pero le queda nada. Se estima que en 10 años puede estar terminada, y eso sin darse mucha prisa. Barcelona necesita incorporar nuevos alicientes para sus turistas. No tenemos más templos inacabados de Gaudí, y reconozcámoslo, no tiene la misma atracción la Sagrada Familia una vez acabada que mientras no lo esté. La idea de pasar el túnel del AVE por debajo no ha provocado ningún hundimiento así que terminarla le hace perder parte de su morbo ¿no? Económicamente, cuando un flujo de ingresos desciende, hay que crear uno nuevo.

Hay muchos matices y todos desconocemos los detalles de este proyecto, pero es sin duda un reto que creo vale la pena afrontar. Obviamente que el mal llamado EuroVegas no nos va a traer un turismo de excelencia ni una calidad laboral envidiable (entre otras cosas porque esto no es Singapur ni de lejos), pero viendo la situación actual y de los próximos años, hay que admitir que lo necesitamos. Quizá ya no nos acordamos de cuando Barcelona rechazó Eurodisney, y ahora ahí está tan contento en Francia. No volvamos a caer en lo mismo…

Y a muchos nos duele el orgullo que tenga que ser un americano quien venga de nuevo a hacer el papel de Mr. Marshall (de la película de Berlanga Bienvenido Mister Marshall). Pero la diferencia ahora es clara. En este caso, Mr.Marshall sí que ha anunciado su visita y dice que está dispuesto a quedarse.

¿Le vamos a cerrar las puertas de nuestra casa? ¿Podemos dejar escapar otra oportunidad como hicimos ya con EuroDisney?

 

Artículo anterior

Una aproximación a Berlín (Transistoria)

Nómada mongol
Artículo siguiente

Dudas existenciales: ¿Dónde voy en mi próximo viaje de 30 días?

11 comentarios

  1. 3 marzo, 2012 a 0:24 — Responder

    Habiendo estado en Las Vegas puedo decir que si bien se habla mucho de los casinos, allí hay una cantidad de espectáculos, exposiciones y conferencias mundiales, que permitirían a España dar un salto de calidad enorme en ese tipo de actividades.

    El mayor problema sin duda sería las ventajas fiscales y la vista gorda que quieren que tenga ese complejo, pero en los tiempos que corren yo arriesgaría.

    Aunque sea un ejemplo distinto, todos nos acordamos de Eurodisney y ahí está Paris tan contentos de que Barcelona lo rechazara, pues con esto más de lo mismo, al final se lo llevarán otros y después igual nos lamentamos.

    • 3 marzo, 2012 a 0:37 — Responder

      José Carlos,

      gracias por tu comentario. Efectivamente, el trabajo más gordo es el de conseguir unas condiciones favorables para todas las partes. Ventajas fiscales son inevitables, aunque hay que poner límites asumibles.

      Estoy convencido de que si muchos de los que levantan lo voz contra el complejo viajaran más o hubieran visto el complejo de Singapur, se lo pensarían dos veces antes de oponerse. No está el patio para dejar pasar estas oportunidades… que como dices, ya metimos la pata con lo de Eurodisney.

      un saludo!

  2. Toni
    5 marzo, 2012 a 12:10 — Responder

    En mi opinión, el proyceto EuroVegas hay que analizarlo en clave Medio Ambiental, y es que edificar una ciudad falsa requiere un montón de recursos no sólo para edificarla, sino también para mantenerla. Teniendo en cuenta que los paises árabes están en olas de cambio, y que dentro de cinco años puede que hayan legalizado el juego (y a mucho mejor precio), el proyecto EuroVegas se va a quedar abandonado y transformado en la nueva Marbella, Valencia, Palma, o cualquier otro pozo de corrupción. EuroVegas quedará en el paisage como un recordatorio del dicho popular «Pan para hoy, hambre para mañana». Además, habría que ver quien paga impuestos en esta historia…

    Es cierto que el país va a tener 120000 ofertas más de empleo, pero 120000 camareros no nos van a ayudar en nada, cuando venga la próxima crisis. Son 120000 puestos de trabajo, pero unos puestos de trabajo que no dan a Catalunya (ni a España) independencia de nadie, como siempre. No son 120000 científicos, ni 120000 ingenieros, que puedan formar una masa crítica para estar preparados para otras crisis, es continuar dependiendo de franceses, alemanes y americanos. Esto es lo que quiere la derecha, tener un país de perfil bajo, para gobernarlo tranquilamente.

    Me parece muy cínico decir que como ya hay precariedad laboral, no pasa nada porque haya un poquito más. Que lo hagan los otros, y que tenga lógica económica, no significa que sea ÉTICO, y por lo tanto, no hay que darlo por correcto, ni tan siquiera por aceptable.

    En un último apunte, he vivido en Singapur durante tiempo y, aunque turísticamente es una ciudad tremenda. Sus habitantes son esclavos de su país. No tienen derecho a nada (ni siquiera a ponerse enfermos). Con una política laboral como esta (y una política medioambiental inexistente)es muy fácil construir complejos en qualquier rincón que te sobre. Nunca elegiría un país como Singapur como ejemplo de nada, ya que si de algo son ejemplo es del abuso a los trabajadores, del medio ambiente y la hipocresía.

    Hay que ir con cuidado con la frase «hemos vivido por encima de nuestras posibilidades», ya que es un invento de la derecha para deslegitimizar las políticas sociales y de proteccióm. Yo la usaría con cuidado.

    Quiero decir que si en algún momento parece que este comentario ataca al autor del post, para nada era mi intención. Soy un seguidor activo de este blog, que me encanta! Lo que soy nuevo comentando.

    Saludos!

    • 5 marzo, 2012 a 13:49 — Responder

      Hola Toni,

      primeramente agradecerte tu comentario. Me encanta que argumentéis vuestras opiniones, y vaya si lo has hecho. Estoy de acuerdo en muchas de las cosas que comentas, el chisme este del EuroVegas no va a solucionar la crisis actual.
      También estoy deacuerdo en que si hay algo de lo que no es ejemplo Singapur, es del trato a sus trabajadores. Obviamente, no acepto la precariedad laboral, ni los abusos de unas clases sobre otras. Lo que destaco (o intento) es la actitud hipócrita de quienes se exclaman por la precariedad laboral que nos puede traer cuando somos partícipes de ella en benecficio nuestro cada día. Pero queda bien decirlo…La precariedad laboral (o incluso exclavitud), sí pero lejos de casa ¿no? A eso me refería. De todas formas, por mucho que se empeñen, aquí la legislación no permitiría esta situación.

      Aparte de tendencias de derechas o de izquierdas, lo que sí es cierto es que España se ha desmadrado y ahora lo está pagando, y queda lo más gordo. Que nadie se piense que esto ya se acaba.

      Lo que sí defiendo es que estoy totalmente en contra de esas visiones poco abiertas que pueden llevarnos, de nuevo a meter la pata en cosas que hubieran sido tan beneficiosas para el país como pudo serlo EurodDisney. El tiempo lo ha demostrado. España tiene que atreverse a crecer. Está acomplejada.

      De nuevo mil gracias por tu comentario. Ya sabes donde estamos! Vuelve cuando quieras y comenta, comenta!!!

      Un saludo!

  3. 11 marzo, 2012 a 21:32 — Responder

    Yo no soy favorable a este tinglado. En primer lugar desconfío de la manera en que se ha presentado a la opinión pública, con el gancho de X puestos de trabajo, sin más argumentos. Todo o nada, por unos supuestos empleos ¡Qué pobre!

    Y luego esta competencia entre las ciudades ¡Hagan juego! ¡Damas y caballeros, hagan juego! ¿Quién da más?

    ¿No es patético? ¿Este es el tipo de desarrollo que queremos?

    Si fuera para crear un polo industrial, de innovación tecnológica, de biomedicina, de disciplinas e investigaciones con una fuerte proyección en los años venideros. Entonces sí.

    Pero venderse hasta los calzoncillos para terminar de camarero con un patrón americano, trabajando en un parque temático hortera y de cartón piedra, la verdad, ¡mejor no!

    Saludos

    • 11 marzo, 2012 a 22:57 — Responder

      Hola Daniel,

      estoy totalmente de acuerdo con tu punto de vista. Estos chiringuitos no son el tipo de desarrollo que necesitamos, ni son buenos en ningún sitio donde se implante, porque tienen un gran impacto en el medio y en la sociedad. No he tratado de defenderlo desde este punto de vista, si no desde el punto de vista del desconocimiento y los argumentos fáciles que algunas voces han levantado sin el conocimiento necesario de lo que estaban juzgando.

      Todo lo hortera es cuestionable, y sobretodo cuestión de gustos, porque el cartón piedra de PortAventura bien que nos gusta, o incluso echamos de menos no haber sido valientes y habernos quedado con el de EuroDisney… Las Vegas quizá sea mucho más cartón piedra que lo que ahora se dedica a hacer este hombre. Aunqe eso sí, es una suposición, porque lo que se quiere hacer aquí, creo que no lo saben ni nuestros políticos…

      un saludo!

  4. 27 marzo, 2012 a 16:04 — Responder

    Hola,

    desde mi punto de vista el riesgo mayor es para el medio ambiente…
    Se dice también que un proyecto como este aportaria «dinero» en cantidad enormes… una vez terminado y funcionando un tiempo… de allí la supuesta necesita de beneficios fiscales, etc..
    Mi duda es: de quien será la inversión?
    Porque el «patrón» esta claro quien es, este tal Sheldon, pero va a ser también el unico que pague la cuenta? No lo creo: en su oferta ha pedido enormes esfuerzos en cuanto a infraestructuras. Este tipo de infraestructuras no la puedo definir publica, no lo consigo. O más bien, es publica en los gastos, de construcción y mantenimiento, y privadas en los beneficios, porque sirve absolutamente una ciudad artificial en el «medio de la nada» y sin esta no tendría sentido.
    Mucho dinero, mucho riesgo. Lo que sabe hacer bien el señor Sheldon es distribuir el riesgo y concentrar los beneficios. Sobre Sheldon mismo.

    PS: si Barcelona tiene problemas con el turismo masivo y de «baja calidad», crees que la solución consiste en crear un problema más grande?

    • 28 marzo, 2012 a 22:05 — Responder

      Hola Snem,

      gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo, aunque a simple vista no lo parezca, en tu planteamiento. Es cierto que una infraestructura así (en España) a un turismo de una cierta calidad. O al menos, lo veo complicado. Mi visión positiva del asunto es más para contradecir las voces, que sin demasiado conocimiento de causa, de lo que hace este hombre, levanta una voz en contra por el simple hecho de simplificarlo a la llegada de ludópatas, prostitutas y mafiosos. Obviamente, ni han estado en Las Vegas, ni en ninguno de los complejos de este individuo. También es cierto, que esto no es Singapur.

      El beneficio para nosotros, es indirecto, y nunca en proporción al que obtiene Sheldon. ¿Pero no sé si vale la pena arriesgar un poco y plantear motores económicos y turísticos que se salgan de la Sagrada Familia y Las Ramblas? Ya dejamos atrás algunas grandes oportunidades… El problema y de eso estoy convencido, nuestra clase política es incapaz de gestionar algo tan grande sin que la pifien… Es así de triste.

      Un saludo, y vuelve cuando quieras!

  5. Alfredo
    21 diciembre, 2012 a 11:28 — Responder

    Hacía tiempo que no leía un artículo tan rancio. Sensatez, por favor. Ese proyecto no trae nada bueno. No quiero un futuro así para mis hijos.

  6. neo
    28 julio, 2013 a 23:20 — Responder

    «precariedad laboral ya la hay. La fomentamos cada día tú y yo en cada prenda de ropa o gadget electrónico que nos compramos fabricados en paises subdesarrollados, con cada vuelo de muy bajo coste que cogemos o depositando nuestro dinero en bancos que especulan y financian empresas que comercian con armas. ¡Ah! pero eso no queremos verlo. […] Lo que destaco (o intento) es la actitud hipócrita de quienes se exclaman por la precariedad laboral que nos puede traer cuando somos partícipes de ella en benecficio nuestro cada día.»

    Eso es una soberana tontería si no analizas quién critica la precariedad laboral, por qué motivos y qué soluciones aporta. En cualquier caso, consumir productos fabricados de forma precaria no te convierte en hipócrita automáticamente si lo que defiendes e intentas llevar a cabo es una transformación de las formas de producir eso que has consumido. Por hablar claro, si uno no está criticando los ordenadores sino la forma en que se extra el coltan en el Congo y se producen y ensamblan luego las piezas, ¿por qué sería hipócrita tener y usar un ordenador pagado? Si precisamente lo que se pretende es cambiar esa forma de producirlos, lo hipócrita sería precisamente no utilizar todos los medios a nuestro alcance (mientras sean coherentes con los fines, que en este caso lo son). La vieja consigna de «si no te gusta la precariedad laboral no consumas sus productos», más típica de los liberales cuando critican a los anticapitalistas que de éstos últimos, a la larga si se aplicara hoy en día terminaría excluyendo de la sociedad a cualquiera que no acepte la explotación y confinando a estas personas críticas a una cueva en la que malvivir de lo que siembren o recolecten (o de lo que roben) hasta terminar muriendo de frío o de alguna enfermedad, renunciando a la sanidad y a tantísimas otras cosas que nos corresponden a todos por derecho y a las que nadie tiene por qué renunciar por una supuesta coherencia que realmente no es tal.

    Tener trabajadores a tu cargo y mantenerlos en condiciones precarias, al mismo tiempo que criticas la precariedad laboral, es efectivamente hipócrita. Ser dueño de una empresa que utiliza subcontratas en las que delega dicha precariedad no sólo es hipócrita, sino que también es un intento de lavarse las manos y hacer lo mismo culpando a otros. Pero consumir hay que consumir, sí o sí. Aunque sólo sea comida, ropa y otras necesidades básicas. Y en algún momento, por muchas alternativas que busquemos (que de hecho muchos las buscamos), al final todos terminamos por hache o por be pasando por el aro de consumir algo que no es fruto del trabajo digno de una cooperativa asamblearia (única forma aceptable de producción).

    De lo que se trata es de intentar consumir más productos que procedan de esas fuentes mejores y menos productos de las otras fuentes, siendo conscientes de que en ningún momento se va a poder llegar al 100% y de que a veces es mejor consumir ciertos productos o servicios que no hacerlo y dejar pasar la oportunidad de utilizarlos en contra de sus fabricantes. Lo que no es de recibo es no sólo llamar hipócritas a todos los que no vivan en una cueva sin consumir absolutamente nada ni usar ningún producto o servicio generado bajo este sistema económico; sino, además de eso, justificar la propia explotación que pudiera generarse con lo de EuroVegas diciendo «bueno, tú estás consumiendo estos productos que se crearon gracias a la explotación, así que ¿por qué no consentir cualquier forma de explotación en general?» No hay mucha diferencia entre ese razonamiento y el de «yo robo/violo/mato porque otros lo hacen».

  7. Paco
    1 octubre, 2013 a 2:41 — Responder

    «Aunque algunos se resistan a aceptarlo, en Madrid no hay playa. El mar es clave en todos los recientes proyectos del señor Sheldon Adelson (el promotor). Este hombre, lo tiene claro, sabe que el mar es un polo de atracción turístico enorme»

    Esto es lo que viene siendo un Zas! En toda la boca!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *