En mi reciente visita a Málaga (durante la celebración del #tbmagp), pude descubrir por casualidad uno de esos rincones que te enseñan en muy poquito espacio la cultura, la tradición, el sabor de un publeo y su historia. El Museo de artes y costumbres populares de Málaga está situado junto al río Guadalmedina, en el centro histórico de la ciudad. La entrada cuesta 2€ y si bien, no es el Museo Picasso ni el Thyssen, vale la pena hacer una parada tranquila para disfrutarlo.

Entrada principal del Museo de artes y costumbres populares de Málaga.

Para albergarlo, se eligió el viejo Mesón de la Victoria por ser un buen representante de la cultura de la ciudad y alrededores. El edificio data de del sigo XVII aunque se construyó ya sobre otro mesón anterior del siglo XV que dió cobijo a los Reyes Católicos.

En el patio de entrada se conservan escudos originales de la época.

Su estructura tipicamente andaluza cuenta con sus caballerizas, su patio interior y las estancias alrededor de él.

El fresco del patio es de agradecer en los días calurosos del sur.

Las cuadras, contienen piezas relacionadas con los arreos, coches de caballos, carpintería y maquinaria para el campo. Hay multitud de detalles, herramientas que te aproximan a las artes y tareas de la vida diaria de aquellas gentes.

Carros y carretas.

Coche de bomberos.

Los espacios del museo se comunican unos con otros.

Aparejos y herramientas.

Telares y herramientas de carpintería.

Las diferentes salas de la planta baja, recorren todos los sectores productivos tradicionales de la ciudad, pasando desde el prensado y procesado de la aceituna, producción del vino, los molinos para hacer harinas, la fragua para la herrería o incluso la cocina original del mesón equipada con todos los utensilios de la época.

Prensa y botas para guardar el vino.

Fogón de la cocina, junto al comedor.

Sardinero, barca de pesca especializada en la pesca de la sardina.

Un magnífico y fresco patio andaluz, hace es el epicentro de toda la casa, a donde asoman en forma de balconadas todas estancias y habitaciones de la casa.

El patio central, alma de las casas andaluzas.

En algunas de ellas, puedes hacer un recorrido por la vida de la burguesía. Me llamó la atención una cómoda, muy poco cómoda, hecha así expresamente para que las visitas inoportunas no pasaran allí mucho tiempo. Qué sutilidad…

La cómoda poco cómoda para visitas inoportunas.

Otra sala está dedicada al campo, sus artes y sus productos. También hay una interesante colección de cajas de uvas pasas malagueñas. Otra a la imprenta, el despacho…

Sala dedicada al campo y sus productos tradicionales como las pasas y el pan de higos.

La cerámica, el barro y el arte religioso también tienen dedicados sus espacios como representantes de la historia y gente de Málaga.

Un rincón de historia gráfica muy bien conservada e interesante. Y aunque veas aquí las fotos, no te haces a la idea de la cantidad de detalles y cosas que contiene.

¿Te lo vas a perder?

Más info | museoartespopulares.com