Para ir a Canaima y Salto Angel, puedes ir desde Barcelona a Ciudad Bolivar, pero en mi caso, yo no pude cuadrar un vuelo económico y además tenía que recoger la ropa y equipo necesario, así que volví a Caracas para luego ir hacia el interior.

Mapa de situación – Ciudad Bolívar – Canaima – Salto Angel.

Antes de salir de Puerto la Cruz, había podido reservar por teléfono la ruta en el Parque Nacional Canaima con la gente de Adrenaline Expeditions, que son de los más baratos. No había contratado ninguno antes y las opiniones en la red eran bastante buenas. De todas formas, como sule pasar con estas cosas, si logras contactar con algún guía directamente, te lo arreglará todo por la mitad de precio. El circuito de 3 días, 2 noches  que contraté estaba alrededor de los 1600 BSF (unos 200€) y tenía la posibilidad de ampliarlo a un 4 día de descanso en la laguna de Canaima.

A mí me esperaba Ricardo (el responsable de la agencia) en la estación de autobuses de Ciudad Bolívar a las 7 de la mañana, por lo que debía coger un Aeroexpresos Ejecutivos desde Caracas. Ya lo he comentado en otras ocasiones, si tienes que viajar en Aeroexpresos, abrígate como si fueras al polo norte. Pasar una noche en esos congeladores con ruedas es una experiencia inolvidable.

Una vez en el autobús y habiendo facturado la mochila (tienes que llegar con una hora como mínimo antes de la salida), me aposento en mi asiento y sube el chófer (son autobuses de dos pisos) y nos cuenta que espera tengamos un muy buen viaje que los últimos ataques a los autobuses se habían saldado con varios heridos y que por favor, no abriéramos las cortinas de las ventanas bajo ningún concepto. Sí señor, aquí saben cómo darle a uno la bienvenida…

Bueno, pues con esa alegría en el cuerpo, arrancamos y observo como la mujer que llevo a mi lado, se enrolla las piernas en una manta, otra en el cuerpo, encima un abrigo, luego una manta en la cabeza y guantes… ¡iba a viajar al lado de una señora mortajada! Al poco rato empecé a comprender por qué de semejante envoltorio. Pasamos las 9 horas del viaje a una temperatura que creo no superó los 10  grados. Yo que me había ido abrigado, y no soy friolero, pero no me atreví a moverme en toda la noche para que no me entrara una brizna de aire frio.  Siempre me he arrepentido de no hacerle una foto a la muerta que llevaba a mi lado.

Como pasa en estas ocasiones, no sabes cuando has llegado, y Ciudad Bolívar no era la última parada del recorrido, así que te recomiendo que te guíes por la hora de llegada aproximada, y que preguntes siempre. Nosotros llegamos media hora antes de lo previsto (la velocidad que llevan esos bichos tampoco es normal), y me bajé porque vi que otros extranjeros lo hacian y les pregunté. Pues gracias a eso bajé en el sitio adecuado.

Eran las 6:30 de la mañana, y preferí asegurarme de que estaba en el lugar a la hora correcta, así que llamé  a Ricardo, que además de estar ya al tanto de mi llegada, me había conseguido las sandalias de treking que recomendaban llevar y que yo no había podido conseguir. Finalmente vino a recogerme y me metió en un taxi ya pagado que me llevó al aeropuerto. Allí, donde me esperaban con una bolsa con el desayuno y todo preparado para formalizar el pago y la contratación. Son estos detalles por los que vale la pena elegir muy bien la agencia, y en eso la opinión de otros que estuvieron antes allí vale mucho.

Ahora sólo había que esperar al resto del grupo y a volar hacia el pueblo de la Paragua, donde se encuentra el campamento base de todos los circuitos.