Una de las tantas mezquitas alrededor de la plaza Jmaa le Fnaa.

Una de las tantas mezquitas alrededor de la plaza Jnaa le Fnaa.

Tras la inmersión cultural que te supone recorrer las calles del zoco de Marrakech, quedan aun dos grandes cosas que hacer en la ciudad también dentro de la Medina. La plaza Jnaa le Fnaa y los barrios alrededor de esta plaza. La plaza, vamos a dejarla para luego, porque es por la tarde y noche cuando toma toda su fuerza y dinamismo, aunque la puedes ver en funcionamiento a cualquier hora.

Calles de Marrakech para perderse.

Calles de Marrakech para perderse.

Para disfrutar y entender los barrios de una Medina, es imprescindible, que en un momento  u otro, alguien que la conozca, y conozca la ciudad te cuente su significado, su historia y el porqué de su configuración. Además de poder pasear por ella tan solo para disfrutar del espectáculo visual, vale la pena conocer qué hay detrás de todo ello. Entender la tradición y organización de la ciudad es básico para darle forma a todo lo que te vas a enontrar.

Por eso, si puedes, encuentra alguien de la ciudad en la comunidad de Couchsurfing o contrata un guía oficial (con los no oficiales te arriesgas a que te dejen colgado o la policía los multe y tú te quedes plantado) El guía oficial no te va a salir tan caro y te asegura que no vas a pasar todo el día de tienda en tienda de primos, hermanos o conocidos de quienes cobran sus correspondientes comisiones. Aunque nada es garantía de nada. La guía del primer día fue profesional e hizo su trabajo excelentemente. El guía del segundo día, teníamos que ir arrancándolo de las tiendas y comercios a los que nos quería llevar, además de que bien poca cosa nos supo explicar. Podíamos haber prescindido de él perfectamente.

Patio central de la Madrasa Ben Yousef.

Patio central de la Medersa Ben Yousef.

Si algo hay a destacar de esta ciudad, es su luz. Bueno, la luz de Marruecos en general. El sol y los tonos marrones y suaves de sus casas en contrapunto con los colores intensos de la ropa y ornamentos. La escena visual captó mi atención más que las explicaciones de los guías, aunque recuerdo lo básico para entender un poco todo aquello.

Cada barrio de la Medina, tiene sus puertas para poder aislarse unos de otros. Además, cada barrio cuenta con al menos una fuente, una escuela, un horno, una mezquita y un hamman (baños públicos que se abren a horas diferentes para hombres que para mujeres). Son los 5 pilares básicos de la estructura social de las ciudades antiguas.

Interior de la Medersa Ben Youssef.

Interior de la Medersa Ben Youssef.

En el recorrido, la medersa Ben Youssef, una antigua escuela creada en el siglo XVI y que fue pionera en la formación tanto científica como espiritual. En el dintel de la puerta principal así lo dice:

He sido edificada para las ciencias y la oración…

Detalle de las paredes con algunas de las inscripciones.

Detalle de las paredes con algunas de las inscripciones.

Poco más te voy a contar de ella (porque tampoco me acuerdo mucho), pero te digo que su historia y evolución es bien interesante. Aquellas paredes están impregnadas de miles de historias y conocimiento. No dejes de subir a las habitaciones superiores, aunque no esperes encontrarlas amuebladas ni nada de eso, pero se puede captar el ambiente que allí se podía vivir y la visión tanto del patio central como de la calle a través de las rejas resulta de lo más interesante.

Los rincones del piso superior invitan a ser curioso y descubrir sus alrededores.

Los rincones del piso superior invitan a ser curioso y descubrir sus alrededores.

Justo al lado, está la Mezquita Ben Youssef, que por supuesto no puedes visitar si no eres musulmán, pero si tienes paciencia, podrás observar desde la puerta, cómo los fieles hacen sus abluciones en la fuente antes de entrar a orar.

Como monumento o edificio, no esperes encontrar grandes cosas en Marrakech. La ostentación no es una característica permitida por el islam. Incluso el Palacio Real, a excepción de la puerta de entrada, presume de una austeridad y sobriedad en sus líneas arquitectónicas que decepcionan al turista más pintado.

La hora de la oración es parte importante en el día a día de la población.

La hora de la oración es parte importante en el día a día de la población.

El barrio judío es una isla dentro de la Medina. Para quien haya estado en otros barrios similares (o incluso en el barrio judío de Jerusalén) puede identificar otro tipo de dinamismo y organización. Es una mezcla extraña, un mestizaje judeo-musulmán muy interesante en el que destacan actividades económicas mucho más lucrativas que las del resto de barrios de la ciudad. En este caso, tampoco pasa desapercibida la estrecha relación entre los judíos y el dinero.

Una parada en un bar para tomarse un té y observar la gente.

Una parada en un bar para tomarse un té y observar la gente.

Aparte de estos y otros centros de interés  de la ciudad, el resto es callejear y observar, prestar atención a la dinámica cotidiana de la gente. Prueba sus pestiños con miel (pastas de masa frita), expuestos en aparadores repletos de abejas y avispas (que no moscas). Échale un par de segundos y date cuenta de lo absurdo de tu primer pensamiento en cuanto a condiciones higiénicas. Como si las abejas se pusieran guantes de látex para producir miel… Es una reflexión que también vale la pena saborear.

Plaza Jmaa le Fnaa desde la terraza del Café Glacier.

Plaza Jnaa le Fnaa desde la terraza del Café Glacier.

La plaza Jnaa le Fnaa es un espacio mucho más turístico y un tanto especial. Eres un turista, no te olvides y desde el momento que entras en la plaza y sobrepasas sus límites centrales, eres carne de vendedor.

El bullicio de la plaza y su dinámica desde la distancia no pasa desapercibida.

El bullicio de la plaza y su dinámica desde la distancia no pasa desapercibida.

Por ello, antes de adentrate en esa aventura, toca reponer fuerzas en alguna de las terrazas de los cafés de alrededor, como la del Café Glacier. Te servirá para observar desde lejos la magnitud de la tragedia a la que irremediablemente te vas a someter. Ir i venir de multitud de gente. Personas que esperan a otras o símplemente permanecen allí pasando el rato, en su centro de reunión habitual.

Tiendas de especias, frutas, carne...

Tiendas de especias, frutas, carne…

En el interior de la plaza, se concentran decenas, cientos de puestos de comida. Un ejército de vendedores intentarán captar tu atención para que te quedes a comer con ellos. Cuatro, ocho, diez o más personas en cada puesto vociferando y hablándote para atraerte hasta ellos. La relación entre la gente que trabaja en un tenderete y su tamaño no tiene explicación. En el puesto 31, cuenta los que van con bata blanca y lo verás claro.

Eso es generar puestos de trabajo.

Eso es generar puestos de trabajo.

Te hablarán del Barça (mayoritariamente) o de cualquier cadena de supermercados españoles o de cualquier otra cosa que creen puede captar tu atención. Tratarán de engatusarte con más o menos arte para que te sientes y hagas tu pedido. No te extrañe que te toquen o abracen. El contacto físico es mucho más habitual en su cultura que en la nuestra.

A veces hay que dejarse engatusar por los vendedores y participar del teatrillo.

A veces hay que dejarse engatusar por los vendedores y participar del teatrillo.

Puede ser cansino, si no tienes intención de comer allí. Es una escena digna de tener de fondo la banda sonora de la mítica serie de Félix Rodríguez de la Fuente, El hombre y la tierra. Eres la presa (aunque de forma voluntaria) entre depredadores y tienes que jugar con la mejor de las actitudes para deshacerte de ellos con una sonrisa.

No es tarea fácil, pero al poco rato, se aprende. No pasa nada si te dejas liar en algunas de esas conversaciones insustanciales sobre fútbol o supuestos familiares en España. No son en absoluto peligrosos (ahí va cuarto y mitad de prejuicios) y es un trago que con un poco de mano izquierda y un par de sonrisas, pueden convertirse en buenos momentos.

Si te ves apurado, te cuento que tienen una debilidad. Algo  a lo que no saben responder y se quedan cortados. Diles Ich spreche deutch (leído Ij shpreje doich que significa Yo hablo alemán). Saben francés, español, inglés, ruso, italiano… pero no alemán y no identifican esa frase con Alemania. Ese momento de desconcierto puede servirte para desacerte amablemente de alguno de ellos.

El anochecer en la plaza aviva aun más la actividad. Es el momento para bajar a disfrutarla.

El anochecer en la plaza aviva aun más la actividad. Es el momento para bajar a disfrutarla.

Por la noche, la plaza es un hervidero de gente, de luz y ruido. Si has sobrevivido a la cacería, y después de cenar en uno de los puestos (cosa que yo no hice), busca uno de los tenderetes de alrededor donde degustar un buen té. Atrévete a que le echen una piedra de mentol para experimentar un golpe extremo de frescor que te despeja hasta los sabañones de los pies. El secreto para poder bebértelo, es no olerlo y tragar sin respirar. Si no, tus vías respiratoras están perdidas.

Mejor fijarse en la niña y su gracia lavando que observar que el jabón apenas se acerca a aquellos vasos.

Mejor fijarse en la niña y su gracia lavando que observar que el jabón apenas se acerca a aquellos vasos.

Y así, como quien no quiere la cosa, ya te has integrado en una dinámica, unos sonidos, olores, colores… que te llevan muy lejos de casa y es cuando te das cuenta de que apenas estás a unos pocos cientos de kilómetros de ella. Nunca tuve tan cerca algo tan lejano.

Marrakech es ya un paréntesis dentro de Europa que avanza hacia una modernización imparable  pero que se resiste a perder sus señas de identidad.

 

 

Albert Casals.
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7 comentarios

  1. 2 diciembre, 2012 a 20:58 — Responder

    Saludos compañero, me ha gustado leerte

  2. 3 enero, 2013 a 0:20 — Responder

    Me han encantado tus fotos de Marrakech y la descripción. En un mes voy a visitar a un amigo allí y me ha sido muy útil leerlo, aunque supongo que mi amigo me llevará por todos esos sitios!

  3. 20 febrero, 2013 a 17:14 — Responder

    a mi con que no me pongan una serpiente en la cara me vale todo…y me dejo engatusar por los vendedores jaja…que ciudad mas interesante!! gracias por compartir

  4. Luisfer
    21 febrero, 2013 a 14:12 — Responder

    Me ha gustado mucho tu relato, Conozco el lugar y tengo que decir que describes perfectamente las sensaciones que alli se viven. Gracias por compartirlo.

  5. silvia
    7 marzo, 2013 a 23:49 — Responder

    excelente relato y el espíritu con que has vivido la experiencia de este viaje.Asi debe ser , abrirse a lo que te ofrecen y jugar u n poquito su juego.Trataré de seguir tus consejos.Gracias.

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