Vista del puerto de Tromsø.

Vista del puerto de Tromsø.

Tromsø es la ciudad más grande  al norte de Noruega. Situado en la isla de Tromsøya, tiene cerca de 70.000 habitantes y es una parada obligatoria en cualquier ruta por el norte del país. Tromsø es conocida como la París del norte. Sobrenombre que, honestamente, no acabo de ver claro. Dicen que por la variedad cultural y la cantidad de actividades y movimiento social que hay. ¿Será quizás por el mar?

ACTUALIZACIÓN: Alexia, nuestra fantástica guía en la ciudad, me ha hecho llegar el siguiente apunte. Tromsø es conocida como la París del norte por sus tratos comerciales con Francia. Gran cantidad de mercancías se llevaban y traían desde allí y esto provocó que la ciudad se llenara de gente y productos franceses. Las mujeres iban vestidas a la última moda y el vocabulario del dialecto de Tromsø, se llenó de términos franceses.

El caso es que Tromsø tiene una gran cantidad de cosas para ofrecer al visitante. Además, si te gusta andar, tienes un montón de puntos interesantes para recorrer. Estos son algunos de ellos.

Punto de partida: el hotel Rica Ishavshotel – Hurtigruten

El hotel Rica Ishavshotel, a parte de ser un estupendo hotel y servir unos fabulosos desayunos (el pasado año fueron declarados ganadores del premio al hotel con el mejor desayuno de toda Noruega), es un lugar estratégico para situarse en Tromsø e iniciar tu recorrido por la ciudad.

Turistas y mercancias llegan cada día a Tromsø en el ferry Hurtigruten.

Turistas y mercancias llegan cada día a Tromsø en el ferry Hurtigruten.

Este hotel está situado junto al puerto, justo al lado de donde atraca el Hurtigruten. Se trata de un ferry de mercancías que se ha ido convirtiendo en una gran atracción turística. Recorre la costa de Noruega de norte a sur y viceversa y por las fotos que se ven por ahí, el viaje tiene que ser impresionante. Si tienes la suerte de verlo atracar o partir vale la pena pararse a verlo. Inmenso sobre las aguas tranquilas del fiordo.  Si te gusta la idea de hacer el recorrido, te aviso de que los precios de los pasajes no están al alcance de todos los bolsillos.

Justo en frente del hotel, tienes el pub Rorbua, que abrió sus puertas en 1974. Es un lugar curioso y acogedor que vale la pena visitar para tomarse una reparadora cerveza Mack.  Como en muchos otros pubs, no falta en su interior el oso polar disecado. Por las tardes-noches, se organizan conciertos en el piso superior. Recuerda que el alcohol en Noruega tiene un precio prohibitivo, así que no esperes encontrar en estos pubs un lugar para beber en cantidad. Son centros de encuentro social más que de bebida.

Pub Rorbua, junto al puerto.

Pub Rorbua, junto al puerto.

Cruzando la imagen, el Tromsøbrua, el puente que une la isla de Tromsøya con el continente.

Cruzando la imagen, el Tromsøbrua, el puente que une la isla de Tromsøya con el continente.

 

Astilleros y el Museo Polar

Siguiendo por el puerto (dejando el Hurtigruten a la derecha), puedes ver unas vistas estupendas del fiordo. El puente de tu izquierda (tromsøbrua), es un imprescindible de tu ruta, pero déjalo para la tarde de camino a ver el sol de media noche. Otro día te cuento más sobre él y a dónde te puede llevar.

Allí cerca hay unos pequeños astilleros. La construcción y reparación de barcos era mucho más importante hace tiempo en muchos pueblos y ciudades de la costa, pero Tromsø es uno de los que ha conseguido conservarlo. Me llama la atención lo cuidados y bien pintados que están todos los barcos, incluso los de mercancías.

Siguiendo la calle en dirección al puente (se ve entre las casas) llegarás al museo polar. En la puerta hay un busto de Ronald Amundsen, el explorador más conocido. Por despiste propio y horario no entré. Pero dicen que explica muy bien su historia y es muy interesante para comprender la época y las expediciones de Amundsen.

Biblioteca pública y catedral protestante de Tromsø

Desde el museo polar, sigue la calle hacia tu izquierda hasta llegar a la calle Bispegata y síguela hasta que tropieces con un edificio de tejado ondulado y presencia espectacular. Es la biblioteca. Un edificio de cristal y metal diseñado para aprovechar al máximo la luz natural. Allí tienes conexión a internet y ordenadores a tu disposición.

Biblioteca de Tromsø, en el centro de la imagen.

Biblioteca de Tromsø, en el centro de la imagen.

Al contrario de las de aquí, esta biblioteca es más un centro social familiar que un lugar de lectura. Con un espacio de ocio infantil específico, otro abierto en su interior y cafetería. Si la observas bien, te darás cuenta de que el concepto es muy diferente al de aquí. Nada de mesas grandes ni silencios rigurosos. Es más un centro para encontrarse, compartir la cultura y el ocio. Esto que te cuento, me lo explicaron luego, porque entre pitos y flautas, a mi se me pasó ir por allí in person.

Monumento a los cazadores de ballenas.

Monumento a los cazadores de ballenas.

Catedral protestante.

Catedral protestante.

Si sigues adelante desde la biblioteca, gira a tu izquierda en el semáforo para encontrarte con la calle Strandvegen. En esta calle se encuentra la verdadera catedral de Tromsø. Y te digo la verdadera, porque la conocida como  Catedral ártica (moderna de formas geométricas en la parte continental) no es en realidad una catedral. Pero la llaman así, porque según nos contó alguien, les mola más.

La verdadera catedral es la protestante, en el centro de la ciudad. Es una bonita iglesia, sencilla y funcional rodeada de un pequeño jardín de tulipanes (a principios de verano, claro). Esta es una de las dos únicas iglesias construidas de madera (dicen) en Noruega y alberga el segundo mayor órgano del país. Fuera, en uno de sus lados, se pueden ver aun algunas de las antiguas tumbas del cementerio que ocupaban los terrenos en la edad media, cuando se construyó el primer edificio.

Fábrica de cerveza Mack y el pub Ølhallen

La cerveza Mack es la más conocida y famosa de Noruega. Y en Tromsø es donde nació en 1877. Para llegar a ella sigue recto la calle Storgata desde la catedral.

Los amantes de esta bebida fermentada están de enhorabuena. Aquí van a poder probar muchos tipos de cervezas. Una muy buena representación de la producción cervecera noruega. La mala noticia (para los curiosos, incluido yo) es que la fábrica no se visita. Habría resultado muy interesante, pero es así. Se puede ver alguna cosa desde fuera, a través de un ventanal de cristal de la fachada, pero nada más.

Inerior de la fábrica de cerveza Mack.

Inerior de la fábrica de cerveza Mack.

Antiguo coche de reparto de la marca.

Antiguo coche de reparto de la marca.

Frente a la fábrica, imprescindible hacerte una foto en el antiguo coche de reparto de la marca. Al verlo me viene a la mente los Zap, una familia argentina que llevan ya no sé cuántos años viajando por el mundo en un coche parecido a este.

Tras una buena cata de cervezas para abrir el apetito en el pub Ølhallen (junto a la fábrica), es un buen momento para buscar alguno de los restaurantes de alrededor del puerto para reponer fuerzas. ¡Que aproveche!

Entrada del pub Ølhallen.

Entrada del pub Ølhallen.

Una opción para preparar a fondo tu visita a Tromsø es entrar en la web de la oficina de turismo de la ciudad.

Visité Tromsø por invitación de la Oficina de Turismo de Noruega.

 

Uno de los ejemplares. La piza en primer plano es la que utilizan para romper.
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1 comentario

  1. […] con las sugerencias de cosas que ver y visitar en Tromsø, hoy te traigo tres propuestas más para profundizar en esta ciudad del norte de Noruega. Estoy […]

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