Cada año, Turismo de Barcelona prepara un grupo de restaurantes de alto nivel, de esos a los que habitualmente no vamos porque el precio es prohibitivo, a precio razonable. Sobre unos 25€ el menú. Es lo que denominan el BCNOW! La oferta de restaurantes es muy interesantes y te ofrece la oportunidad de probar restaurantes estupendos (algunos con estrella Michelin).
Pues bien, tras revisar la oferta de restaurantes de este año, y consensuar con los amigos el menú que más nos atraía probar (no se puede salir con gente que no le gusta ni el pescado ni el marisco…) acabamos por decidir ir al Alba Granados. Se trata de un restaurante de cocina catalana elaborada en formato moderno y bastante trabajado.
El local no acaba de destacar por nada en concreto. Su decoración está bien, pero nada fuera de lo normal. Clásico y acogedor. Destaco el lavabo y la limpieza de los servicios. Con parquet en el suelo e inmaculados. Ciertamente agradables.
Como suele suceder con este tipo de ofertas, y supongo que depende del momento y la profesionalidad del personal (o lo que sea, no sé) me dio la sensación de que iban por faena. La cosa empezó mal cuando empezaron a traer platos sin habernos consultado ni pedido la bebida. Mal vamos, pensé. Vale que el menú sale económico, pero…. Bueno después del primer plato (una croqueta de carn d’olla, rica, pero una) nos atienden con el vino. ¡Qué casualidad! todos los vinos de menos de 22€ la botella se habían acabado o ya no estaban disponibles en la carta (que según el camarero la estaban renovando) Apuesto a que si voy la próxima semana fuera de la promoción vuelven a tener todos los vinos de la carta.
Los platos ricos, eso sí. Me sorprendió cómo unas patatas fritas con un huevo frito encima roto puede ser la estrella del restaurante. Repito, rico, sí, pero las patatas fritas con huevo que hace mi padre no tienen nada que envidiarle.
El boquerón en gabardina de piquillo y salsa tártara también muy rico, aunque llegaron fríos.
Además, también observamos que en las mesas redondas de 6 personas, los platos para compartir los ponían en un extremo de la mesa (frente al comensal que el camarero tenía más a mano), y los comensales que quedaban al otro lado, se les veía haciendo esfuerzos increíbles para llegar a pinchar un calçot en tempura (a la romana, vamos). Si el plato se ponía en medio, ninguno de ellos llegaba con comodidad al plato… La situación era bastante cómica.
La carne de raza Frisona de 6 años criada en pastos y madurada en cámaras de temperatura y humedad controladas entre 21 y 25 días, estaba muy buena. Y la tarta casera Alba sencillamente, espectacular. En definitiva, que la comida es buena, pero no sorprende en cuanto a presentación o creatividad. Lo que realmente no me gustó fue la sensación de que como ibamos por la oferta iban por faena y cuidaron poco los detalles. De todas formas, el servicio muy correcto.
Este es el meú completo: Barcelona – Rest Alba Granados – Carta
La cena salió por 38€ que no es excesivo, pero he comido por ese precio infinitamente mejor en otros locales de menos nombre.
[OA-Barcelona]
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