El templo de Bayon es quizá junto con algún otro que ha servido de escenario para una película muy conocida, el templo más singular de todo el conjunto de Angkor (Camboya). Conocido como el templo de las caras sonrientes, debe este sobrenombre a las 216 caras de piedra que coronan las 54 torres de este templo budista.
El templo de Bayon se construyó durante el reinado de Jayavarman VII, en el siglo XII. Es quizá la máxima expresión del arte khamer. El barroco khamer, como lo llamaron los japoneses durante el proceso de restauración. Bayon es como una modernez de la época en la que según dicen, las caras representan al Rey Jayavarman VII, en un ejercicio de egocentrismo insólito. También hay quien dice que no es egocentrismo, sino cuidado que el Rey tenía de su pueblo, mirando en todas las direcciones. Otra teoría dice que las caras representan a un dios, aunque en realidad, la intención del Rey era representarse a si mismo, porque el propio rey se consideraba un Rey-dios.
Pasear por Bayon al atardecer o a primera hora de la mañana es la mejor manera de disfrutar de sus formas. Bayon es un templo para verlo en las distancias cortas. En conjunto, es poco más que un montón de piedras manchadas por el paso del tiempo. En la distancia se pierde su esencia. De cerca, en la intimidad, te descubre un montón de rincones insólitos. Bajorrelieves, grabados y escritos en las piedras.
En las últimas horas de la tarde las caras, iluminadas por el sol a baja altura sonríen y te desvelan toda su calidez, sus muecas y detalles más amables. El sol vertical del mediodía endurece sus facciones y mitiga la amabilidad de sus rasgos. Quien sabe si en realidad esta era la intención del Rey Jayavarman VII. Mostrarse duro y firme en su imperio durante el día, pero amable y atento a su pueblo en las horas bajas.
Quien pone sus pies en Bayon -hordas de turistas a parte- no se puede sentir solo. Desde cualquier parte del templo, mires lo que estés mirando, siempre hay alguna cara que te observa. Pero son caras amables, con una cierta complacencia por verte allí. Caras de no se sabe seguro quién, pero al fin y al cabo caras amigas que algunos quieren también tenerlas de testimonio en las fotos del día más importante de su vida.
Situación y datos útiles
Para más detalle sobre las entradas y funcionamiento del parque, revisa este artículo: Visitar los Templos de Angkor, datos prácticos.
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