Mongolia es un país fascinante lleno de vida y cultura. Ya en algunos artículos te conté algo sobre su forma de vivir y organizarse, sus costumbres y la relación tan especial que tienen las familias con sus caballos.

Una de las experiencias más intensas que viví en mi ruta tranasmongoliana, fue una tarde cualquiera durante mi estancia con una de las familias nómadas de la zona. Cuando estás allí, en medio de la inmensidad de la estepa, sin posibilidad de poderte comunicar mucho con quien te acoge, todo lo que te rodea se intensifica y te llega de una forma especial. Esa tarde, unos vecinos de Tomó -el padre de familia- llegaron desde los gers cercanos para trabajar y ejercitar un poco los caballos. Éstos, normalmente en libertad, se resisten a entrar en el corral si no es por la noche.

Los niños participan como uno más, y como verás en el vídeo, no son muy mayores que digamos. Otra de las cosas que más me sorprende cuando viajo fuera de Europa. La fortaleza y forma de vivir la infancia de los más pequeños de la casa: una infancia intensa y llena de vida.

La dinámica consiste en ir acorralándolo los caballos hasta que no les queda otra que entrar en el corral. Luego, uno a uno, los van haciendo salir. Es en este momento cuando uno de los hombres, les espera con un lazo para retenerlos. Es una forma de demostrar su dominio sobre el animal, de demostrarle quien manda en la manada. Una lucha de fuerzas desigual, emocionante y también, porqué no, un tanto dura para los ojos occidentales. Pero así es la vida en aquel rincón del planeta y no nos corresponde a nosotros juzgarlo.

En este vídeo recojo lo que pude salvar de una intensa tarde con los caballos, un sol de atardecer precioso y muchas emociones.

Imagen de previsualización de YouTube

 

Techo de la nave central. Un palmeral que nace del suelo termina por formar una imagen caleidoscópia espectacular.
Artículo anterior

Templo de la Sagrada Familia de Gaudí en Barcelona ¿Hace falta terminarla?

Ellas, fashion aun comiendo calçots: amigas bloggers.
Artículo siguiente

Calçotada & tweets, Restaurant Can Besa (Montseny)

2 comentarios

  1. 31 enero, 2014 a 16:27 — Responder

    Qué pasada, es uno de mis viajes pendientes. Me gustaría mucho hacer el transiberiano. Y el video es ..¡intenso! Ese hombre medio arrastrado por un caballo impresiona!
    Muchas gracias por compartir tu experiencia.

    • 31 enero, 2014 a 18:20 — Responder

      Gracias Caldero por tu comentario. No dejes de hacer el viaje y si puedes transmongoliano, que mongolia tiene mucho más de lo que parece. Los caballos y las familias nómadas son una gran razón para hacerlo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *