Cuando viajamos, el propio exotismo o desconocimiento de lo que no estamos acostumbrados a ver, nos atrapa y nos lleva a hacer cosas tan absurdas como ver a un elefante pintar un cuadro o a los delfines acarreando una persona sobre sus lomos. Cosas aparentemente inocentes, o ¿no? Ponte en el lugar del animal. Imagínate tú un día en la vida de ese pobre elefante o delfín, del loro que monta en bicicleta o de la tortuga que se ha sacrificado para que te lleves a casa un cenicero enorme.

En esta línea va el trabajo de FAADA, la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales. Ayer cayó en mis manos por casualidad un folleto de esta gente y me pareció muy interesante. Un simple papel donde se describen 6 puntos en los que tú puedes incidir de una forma directa y contundente en contra de la explotación animal.

El comportamiento de cada turista cuenta. Tú cuentas. Puedes contactar con ellos si tienes dudas e informarte sobre lo que sí o no es mejor para los animales, para así configurar algunas actividades de tu viaje. Además, te recomiendan que durante el viaje estés atento por si ves posibles abusos, te invitan a ser crítico con algunas cosas, quieren que te cuestiones su finalidad y evites participar en este tipo de actividades donde se abusan de los animales.

Estos son los seis  puntos en los que tú puedes incidir fácilmente. No es nada complicado, no te va a estropear las vacaciones. Y seguro que poco a poco se va acabando con la explotación de los animales para el turismo.

Espectáculos.

Rechaza exhibiciones con animales salvajes que realicen comportamientos antinaturales.

Los animales salvajes utilizados en espectáculos suelen ser entrenados mediante la violencia y la privación de la alimentación. Posiblemente capturados de su hábitat natural y separados de su familia cuando aun son unos cachorros.

FAADA denuncia el uso de osos bailarines, serpientes que se usan en shows de encantadores, espectáculos con elefantes o felinos. Espectáculos con aves, carreras de animales o cetáceos en los delfinarios.

Cautiverio.

Evita visitar centros que mantienen y exhiben animales con fines comerciales. Existen centros que actúan con finalidad conservacionista y protección real y responsable. Pero la mayoría los encierran en condiciones artificiales, sin la libertad de desarrollar sus comportamientos naturales.

FAADA denuncia que muchos centros que se hacen llamar «refugios, orfanatos o granjas» no son más que negocios de explotación donde los animales son forzados a hacer espectáculos o a interactuar con los animales.

Tradiciones.

Plantéate si algunas costumbres, aunque tradicionales, son éticamente aceptables.

Las fiestas populares utilizan en muchas ocasiones animales. Estas tradiciones pueden implicar un abuso llevando al límite físico a los animales e incluso llevarlos a la muerte. Algunos son incluso un reclamo turístico.

FAADA denuncia las peleas, carreras de animales, las fiestas con toros, el uso de animales como reclamo y algunos rituales religiosos.

(c) www.occupyforanimals.org

(c) www.occupyforanimals.org

Interacciones.

Evita interacciones forzadas con animales salvajes, que no formen parte de su vida natural y pueden estresarlos y hacerlos enfermar.

El contacto entre personas y animales muchas veces fomenta una actividad dañina para los animales y peligrosa para las personas. Los animales pueden mostrarse agresivos y en ocasiones se les administran sedantes o se les mutilan garras y colmillos.

FAADA denuncia las interacciones forzadas con animales salvajes en fotografías con turistas, baños con delfines y otros animales y los paseos en elefante y con grandes felinos.

(c) agenciadeviajesfydi.blogspot.com

(c) agenciadeviajesfydi.blogspot.com

Avistamientos.

Cuando contrates un tour, asegúrate de que el guía u operador no persiga a los animales, respete las distancias de seguridad y los hábitats naturales donde estos viven.

Los avistamientos, si están organizados de forma responsable, pueden contribuir a la observación, educación y a ayudar a las poblaciones locales. Algunos, en cambio, no respetan los ciclos vitales de los animales, les atraen con alimento, separan grupos y los acostumbran a los humanos.

FAADA denuncia el acoso de los animales, tanto marinos como terrestres, que pueden tener graves consecuencias para ellos y para la seguridad de las personas.

Esta foto es mía. No sabía que aquello se iba a convertir en... aquello.

Esta foto es mía. No sabía que aquello se iba a convertir en… aquello.

Souvenirs.

Nunca extraigas animales vivos de su hábitat natural y no compres recuerdos elaborados con partes de animales o animales vivos.

Un souvenir es un recuerdo de una experiencia. Los souvenirs hechos con animales es un producto que genera crueldad hacia éstos. Ten en cuenta que en muchas ocasiones, la venta de estos es ilegal y estás cometiendo un delito.

FAADA denuncia la comercialización de productos turísticos que contengan concha, cuerno, pieles, plumas, dientes, huesos y otros productos animales. El comercio del marfil es ilegal.

Pues ya lo sabes, ¿a que todos hemos hecho alguna de estas cosas? Prestemos atención cuando viajemos y no colaboremos con estas cosas. Poco a poco conseguiremos cambiar situaciones y abusos con los animales.

Toda la información de la fundación y cómo ser turista y disfrutar de tus vacaciones sin necesidad de explotar ni abusar de los animales, en su página web.

Muy especialemente me gustaría que le dedicaras un rato a descubrir los efectos de la interacción de los turistas con los animales.

Las fotos sin mención están extraídas de la página web de FAADA.

 

 

 

 

 

 

(c) Ainara-Garcia
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2 comentarios

  1. 16 junio, 2014 a 16:58 — Responder

    Me encanta este artículo y te agradezco que lo hayas escrito.
    A lo largo de nuestros viajes, hemos cometido errores (por falta de información) de los que nos hemos arrepientido. También es verdad que a lo largo de los años nos hemos ido concienciando y «radicalizando» en este sentido y ya hemos optado por no ir a ningún espectáculo ni participar en nada relacionado con animales. Aunque se diga que cruzar las puertas del fuerte Amber a lomos de un elefante sea lo más de lo más….
    Ahora estudiamos mucho qué vamos a hacer y con quien y me alegra leer post como el tuyo que intentan llevar esta forma de viajar a más gente.
    Un abrazo,

    • 18 junio, 2014 a 17:25 — Responder

      Todos hemos metido la pata alguna vez. Se trata de ir aprendiendo y evitando ciertas situaciones que ante la duda, creamos puedan perjudicar al animal. Saludo!

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